Thursday 30 October 2025
Home      All news      Contact us      RSS      English
abc - 1 days ago

Así afecta la edad a nuestra respuesta a las vacunas

No todas las personas responden de la misma forma cuando reciben una vacuna. Y uno de los factores que más determina dicha respuesta es la edad. Se sabe que la respuesta inmunitaria es más débil en las personas de mayor edad, a partir de los 65 años, que en el resto de la población . Ahora, un estudio que se publica en la revista Nature ofrece tanto una explicación como una posible solución. Un equipo del Instituto Allen (EE.UU.) ha descubierto que nuestras células T, elementos clave en la coordinación de las respuestas inmunitarias, experimentan cambios profundos y específicos con la edad. Dichos cambios, lejos de ser aleatorios o un subproducto de enfermedades crónicas e inflamación, son una característica fundamental del envejecimiento saludable y ocurren en todas las personas al envejecer. Estos hallazgos abren la puerta al diseño de vacunas más eficaces. «Nos sorprendió que la inflamación no sea la causa del envejecimiento saludable. Creemos que la inflamación se debe a factores independientes de la edad», afirma Claire Gustafson, una de las autoras principales del estudio. «Esta información es importante porque existen investigaciones con resultados similares que demuestran que la inflamación y el envejecimiento no están relacionados , y que el sistema inmunitario simplemente cambia con la edad». Estos cambios también explican por qué las vacunas, incluidas la vacuna anual contra la gripe y las dosis de refuerzo contra el COVID-19, tienden a ser menos efectivas en los adultos mayores. Las células T son una parte fundamental de nuestro sistema inmunitario, ya que ayudan a entrenar a los glóbulos blancos, llamados células B, para que produzcan anticuerpos en respuesta a virus y vacunas. Sin embargo, este estudio revela que las células T de memoria en adultos mayores experimentan un cambio drástico hacia un estado similar al de las células Th2 , una alteración en la expresión genética que modifica radicalmente la forma en que estas células responden a las amenazas. Los investigadores descubrieron que este cambio afecta directamente la capacidad de las células B para generar respuestas de anticuerpos robustas. En otras palabras, la vacuna contra la gripe aún puede contener los componentes virales correctos , pero si las células T de memoria no funcionan adecuadamente, el organismo tiene dificultades para responder eficazmente. Gracias a esta información, los médicos podrían utilizar el perfil inmunológico de una persona para predecir su respuesta a una vacuna. Ahora que los científicos pueden determinar con precisión cómo las células T pierden eficacia con la edad, también pueden empezar a diseñar nuevas fórmulas de vacunas o tratamientos para reforzar el sistema inmunitario y así abordar estos problemas. Debido a que las células T en adultos mayores funcionan de manera diferente, los científicos podrían reformular las vacunas para compensar específicamente los cambios celulares relacionados con la edad, en lugar de utilizar un enfoque único para todos. Herramientas de edición genética como CRISPR también podrían usarse para reprogramar las células T de una persona antes de la vacunación, reprogramando esencialmente las células inmunitarias de mayor edad para que respondan a las vacunas como lo hacen las células jóvenes, de forma similar a la terapia con células CAR-T, que reprograma las células inmunitarias para combatir el cáncer. Los investigadores creen que este trabajo va más allá de las vacunas y revela cómo cambia nuestro sistema inmunitario con la edad y cómo nuestro cuerpo combate las enfermedades y los virus relacionados con el envejecimiento. Además, abre la puerta a intervenciones como nuevas terapias para restaurar células inmunitarias clave. Durante más de dos años, en colaboración con el Instituto de Investigación Benaroya realizaron un seguimiento a más de 96 adultos sanos de entre 25 y 65 años. Posteriormente, emplearon técnicas de vanguardia como la secuenciación de ARN de células individuales, la proteómica y la citometría de flujo espectral para analizar el perfil del sistema inmunitario de estos individuos a lo largo del tiempo. Con estos datos, crearon un detallado Atlas de la Salud Inmunitaria Humana , un recurso en línea que describe 71 tipos diferentes de células inmunitarias, cómo cambian con el tiempo y la importancia de dichos cambios. Este atlas se aplicó al estudio de más de 16 millones de células inmunitarias de adultos sanos de entre 25 y más de 90 años, ofreciendo una herramienta sin precedentes para que investigadores de todo el mundo comprendan mejor el sistema inmunitario durante el envejecimiento y puedan apoyarlo. Este recurso es el más grande de su tipo y está disponible gratuitamente para investigadores de todo el mundo. La importancia de este trabajo va más allá de la investigación sobre el envejecimiento y proporciona una hoja de ruta para comprender cómo se desarrolla la disfunción inmunitaria con el tiempo, ofreciendo objetivos concretos para la intervención y transformando potencialmente nuestra forma de abordar la salud inmunitaria a lo largo de toda la vida humana.


Latest News
Hashtags:   

afecta

 | 

nuestra

 | 

respuesta

 | 

vacunas

 | 

Sources