Saturday 1 November 2025
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eldiario - 2 days ago

La falta de citas para el asilo castiga a las refugiadas: “En pandemia y con tres hijos me echaron por no renovar los papeles”

Un informe de la Asociación de Mujeres de Guatemala denuncia la discriminación de solicitantes de asilo para acceder a la Administración y advierte del riesgo de exclusión social al que abocan a mujeres refugiadas y a sus hijos, pese a tener derecho a protección internacionalLa venta ilegal de citas para extranjeros se dispara en Madrid: anuncios en Wallapop y trámites por hasta 400 euros El problema de las citas para los tr mites de extranjer a en las comisar as espa olas sigue enquistado tras su primera explosi n en 2018. Todav a hoy pueden pasar meses o incluso m s de un a o para que quien lo necesita desesperadamente logre acceder a la Administraci n, lo que perjudica muy especialmente a las mujeres, seg n el informe Sin citas no hay derechos: refugiadas contra la discriminaci n administrativa, presentado esta semana en el Congreso de los Diputados por la Asociaci n de Mujeres de Guatemala (AMG). Cientos de miles de personas que est n trabajando, que hacen Espa a todos los d as, est n discriminadas. Tienen negado el derecho de acceso a la Administraci n, y as no se pueden ejercer derechos b sicos como el trabajo, la vivienda, la atenci n sanitaria o la autonom a econ mica , explica, Adilia de las Mercedes, abogada especializada en derechos humanos y derecho antidiscriminatorio, que dirige la AMG y es fundadora de DEMOS, Estudio Legal de Derechos Humanos. Las im genes de multitudinarias colas en la comisar a madrile a de Aluche, hiciese fr o o calor, las ataj el Ministerio de Interior transformando la espera f sica en virtual, pero sin solucionar el problema: disponer o no de cita marca la enorme diferencia entre estar condenado a la clandestinidad o poder buscar trabajo, alquilar un piso, abrir una cuenta bancaria o dar de alta el suministro el ctrico, por ejemplo. El mercado negro puso precio a un tr mite que deber a ser gratuito y de obligado cumplimiento para la Administraci n, pero que en la pr ctica es muy dif cil: entre 50 y 600 euros por una cita. A d a de hoy, pese a las reiteradas denuncias y con el triple de peticiones de asilo en Espa a que en 2018 (m s de 167.000 en 2024, frente a 55.000 en 2018), hay solicitantes que echan de menos aquellas terribles e inciertas esperas en Aluche, porque al menos entonces hab a una posibilidad peque a, pero real de acceder al sistema, recuerda De las Mercedes. Durante la pandemia trabajaba en una residencia de ancianos. En la zona de la UCI, totalmente expuesta al virus y con mucho miedo de contagiar a mis tres hijos en casa María Caliego — refugiada Esta discriminaci n de facto tiene, seg n la experta, efectos mucho m s profundos cuando la persona solicitante es mujer muchas veces una madre que busca protecci n para sus hijos, lo que no es tan habitual en el caso de los hombres . El n mero de solicitantes de asilo y el porcentaje respecto no han dejado de aumentar en los ltimos a os. Adem s de las causas comunes que las empujan a huir de sus pa ses, tambi n sufren tipos de persecuci n y violencia espec ficos por su sexo. Pero falta un enfoque de g nero e interseccional que hace muchas de sus solicitudes sean rechazadas, muchas veces por culpa de estereotipos y prejuicios de g nero, tnico-raciales y nacionales, as como clasistas, edadistas y capacitistas , a ade el informe, que recoge ocho testimonios de mujeres refugiadas que se han topado con este obst culo administrativo. Un efecto directo del retraso: el hambre Durante la pandemia trabajaba en una residencia de ancianos. En la zona de la UCI, totalmente expuesta al virus y con mucho miedo de contagiar a mis tres hijos en casa , recuerda Mar a Caliego, una de las refugiadas que figura en el informe y cont su caso durante la presentaci n en el Congreso. Guatemalteca de 57 a os, Caliego es de ascendencia maya y fue v ctima del genocidio que el ej rcito de Guatemala perpetr contra la poblaci n ind gena durante el conflicto armado que asol el pa s entre 1960 y 1996. Su padre sigue siendo uno de los desaparecidos, secuestrado y ejecutado por los militares. Su madre, Ana Calate, que falleci hace poco, fue la primera v ctima que consigui iniciar la b squeda de los represaliados y exhumar fosas comunes en Guatemala. La inseguridad por las pandillas y la preocupaci n por sus hijos la llevaron a buscar una salida. Ten a miedo de que fueran reclutados por las maras o que pudieran ser secuestrados o asesinados. Por eso empec la migraci n. Y ese proceso ha sido cuesta arriba , lamenta. Su primera solicitud de protecci n en Espa a fue rechazada, pero gracias al apoyo de la AMG, logr que se admitiera a tr mite a la segunda. María Caliego, refugiada guatemalteca de origen maya, superviviente del genocidio en su país. As pudo buscar y encontrar trabajo en una residencia de ancianos en, pero la lentitud administrativa la volvi a condenar, en pleno apogeo de la COVID-19. Ten a que renovar el permiso, pero era imposible conseguir una cita [...] Me despidieron porque no pod an contratarme en situaci n irregular. Despu s de acompa ar a tantos abuelos que murieron, me qued en la calle. No ten amos qu comer en casa , rememora. Si no pod a pagar internet, c mo iba a conseguir una cita , explica al elDiario.es. Fueron meses de ansiedad que tambi n afectaron a sus hijos. Al racismo se a ad a el clasismo. Mi hija sufr a acoso en el colegio, se met an con su ropa, con la comida que llevaba. Todos lo pasamos muy mal , comenta. Tras una largo y extenuante periodo, Caliego ya tiene DNI y trabaja para que tambi n lo tengan sus hijos. Lo que quiero dejar claro es que nosotros no queremos ayudas del Estado. Lo que queremos es poder trabajar, contribuir, para impuestos, pero no entiendo que tengamos tantas barreras , denuncia. Tuve que buscar citas en el mercado de Telegram Nora Rugama, nicarag ense de 40 a os, lleg a Espa a en 2019 para estudiar. Cuando terminaba su formaci n, ten a que volver a una Nicaragua donde la persecuci n pol tica a cualquier voz que el r gimen de Daniel Ortega considerara cr tica se hab a recrudecido. En ese clima, Rugama, psic loga y defensora de v ctimas de violencia sexual en la infancia mediante su organizaci n, Aguas Bravas, tuvo miedo de volver. La dictadura de Ortega y Murillo desde el inicio emprendi una pol tica de represi n contra las mujeres. Todav a hoy hay una pol tica de castigo, de violencia directa, sexual, tortura, encarcelamiento pol tico, exilio forzoso y cancelaci n de organizaciones como la m a, que fue cerrada oficialmente en 2024 Ella no tuvo dificultades para iniciar sus tr mites, reconoce, porque los hizo cuando todav a se consegu an citas haciendo cola en Aluche. Pero a la hora de renovar la autorizaci n, le fue imposible conseguir cita. Tuve que recurrir al mundo de Telegram para que no caducaran mis permisos , apunta. Su cr tica o aprendizaje es que el monopolio de las citas no puedo estar solo en manos de las mafias y de las grandes ONG . De la represi n franquista al exilio cubano Mis bisabuelos eran republicanos, huyeron de Espa a y llegaron a Cuba por los mismos motivos por los que yo he llegado aqu desde Cuba, la persecuci n pol tica. No es f cil dejar tu pa s con 47 a os, sola con una hija peque a. Para m era una especie de derrota tener que volver al lugar de donde mi familia fue expulsada. Y pienso que si mi familia hubiera sido recibida all como me han recibido a m aqu , su historia de exilio no habr a sido tan feliz . Marta Mar a Ram rez es periodista y activista pol tica y feminista, exiliada por el acoso del r gimen castrista. Tambi n es solicitante de asilo en Espa a, pero hace tiempo que sus permisos est n caducados porque no consigue cita para renovarlos. Tengo el privilegio de haber encontrado a personas dentro de la Administraci n que han entendido que somos garantes de derecho. Pero el asilo pol tico no es algo que se puede dejar a la suerte del funcionario que te toque , denuncia. No puede depender de la suerte, lamenta, que se mantenga o pierda la cobertura sanitaria temporalmente cuando una hija con discapacidad necesita un tratamiento despu s de una operaci n complicada, por ejemplo. Pero adem s de la falta de citas para renovar sus permisos, Ram rez critica situaciones de riesgo derivadas de procesos administrativos que no valoran las dimensiones de cada caso. Marta María Ramírez, periodista y activista feminista cubana exiliada en España. Para pedir una beca comedor para mi hija me piden documentaci n del padre, que est en Cuba. Yo no puedo reclamar esa documentaci n a un pa s donde corro peligro , ilustra. O no puede ser que pida una tarjeta de cr dito en el banco y me la env en a mi direcci n de Cuba, sin saber qu efectos puede tener eso , a ade. Lo peor es la incertidumbre con la que vives, y eso se lo trasladas a tu hija, que entiende que algo ocurre. Sobre todo si tu situaci n administrativa no te permite firmar un contrato de alquiler , apostilla. De las Mercedes lamenta que esta discriminaci n se est produciendo con el llamado Gobierno m s progresista del mundo y hace un llamamiento para que el maltratado derecho de asilo sea defendido toda la sociedad. Nadie tiene seguro, y menos en este contexto mundial, que no va a ser perseguido por su g nero, orientaci n sexual o su procedencia, que no va a tener que huir de una guerra. El panorama en Espa a es cr tico, ni siquiera sabemos si nosotros, los exiliados, nos vamos a tener que reexiliar. Por eso esta lucha es global , advierte.


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