Saturday 1 November 2025
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abc - 1 days ago

Una española que trabaja como enfermera en Noruega, tajante sobre lo peor de haber emigrado a este país: «Duele mucho»

Noruega es uno de los países predilectos para los perfiles españoles que desean mejorar a nivel personal y profesional . Las universidades españolas son grandes formadores de médicos, especialistas o enfermeros y también ingenieros, pero una vez acaban los estudios aquí se encuentran, por lo general, sueldos bajos, largas jornadas o poca conciliación. En fin, condiciones mejorables. Por es motivo, muchos españoles acaban emigrando a países nórdicos, donde hay buenos salarios, servicios de salud y educación y los profesionales están muy bien valorados. El ritmo de vida tranquila y una naturaleza envidiable hacen que la experiencia sea, en muchas ocasiones, positiva, pero no siempre es así. Desiré es una joven española que emigró precisamente allí hace diez años por trabajo y que a día de hoy sigue felizmente allí, con pareja y una hija pequeña. Ella intenta guiar a otros que quieran seguir sus pasos a través de su proyecto Hallo Noruega! y desde su perfil de TikTok (@hallonoruega) explica trucos, consejos y algún que otro choque cultural sobrel a vida allí. Ahora, acaba de lanzar una reflexión personal sobre emigrar que supera las 104.000 visualizaciones. «Quiero ser brutalmente honesta contigo y contarte lo que significa realmente emigrar a este país», comenta ella, dejando claro que hay aspectos muy positivos y otros muy negativos. Desiré empieza por lo bueno y destaca que «gané independencia económica real, sin depender de nadie, pagando mis cosas sin problemas». En una línea similar, se acuerda de la calidad de vida y tranquilidad «de poder permitirme lo que quiera» que ha ganado, así como una nueva perspectiva, ya que «ver el mundo desde otro sitio, desde fuera, te cambia para siempre». «Y, sobre todo, gané mucha confianza , porque si fui capaz de hacer todo lo que hice, soy capaz de cualquier cosa», remarca ella, aludiendo a estar en una nueva cultura, con un nuevo idioma y partiendo de cero. «Lo que perdí, lo que más duele, es que perdí cumpleaños, perdí Navidades, perdí visitas, quizás fechas importantes, sobre todo al principio», destaca en el polo opuesta. Desiré recuerda, con cierta tristeza, que «he pasado muchas Navidades sola viendo la televisión, llorando, porque yo no estaba con mi familia». La tiktoker también es consciente, y lo apunta como negativo, de que ha cambiado un poco su forma de ser. «He perdido la espontaneidad , ya no digo Nos vemos abajo en 5 minutos ni Quedamos para comer tomar un café dentro de 20 minutos », ejemplifica, dando a entender que los noruegos son distintos a los españoles. Antes de acabar, ella es un poco más profunda. «Perdí ser el día a día de mi familia, eso duele mucho », confiesa la madre, remarcando que se pierde mucha información de su día a día, aunque obviamente no pasa con las cosas importantes, y que por ello «cuando vuelves no es igual». Desiré también expone que por haber emigrado perdió la sensación de hogar. « No tengo hogar : España no es mi hogar, en España soy la que se muda a Noruega y en Noruega soy la española», lamenta. «Y a pesar de todo esto... ¿me arrepiento? No », exclama ella, que confirma que ahora mismo no volvería a vivir a España y que, en cambio, sí volvería a empezar de cero en Noruega y pasar de nuevo por los inicios. La española da la sensación de estar feliz con su vida allí pero deja claro que «eso no quiere decir que no duela a veces» y acaba su reflexión incidiendo en que «emigrar no es ganar o perder: es elegir un tipo de vida sobre otro» y en que si duele significa que lo que dejaste atrás importa. Su opinión ha dado para muchos comentarios de todo tipo y ella ha argumentado, entre otros aspectos, que por su profesión, trabajando festivos, no podía marcharse en Navidades. «El sol de España no tiene precio», lamenta un internauta que estuvo cinco años en Oslo y que asegura que «pierdes mucho más» de lo que Desiré menciona. «Ocho años me he pegado fuera y no me vuelvo a ir ni muerto: la calidad de vida es tomarte algo al lado de la Giralda a 25 grados», añade un tal Carlos.


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