eldiario - 1 days ago

Granada, Teruel, Alicante o Girona guardan algunos de los restos arqueológicos íberos más interesantes de España, con murallas, esculturas y templos que ayudan a entender cómo vivían estos pueblos hace más de dos mil años Los mejores lugares de España para ver, oír y disfrutar la berrea del ciervo Hablar de los beros es hablar de uno de los pueblos m s fascinantes de la pen nsula. Vivieron en la franja mediterr nea, desde el sur de Francia hasta Alicante, y se adentraron hacia el interior por los valles del Ebro, el Segura y el Guadalquivir. Sus ciudades fortificadas, sus necr polis y sus templos todav a hoy cuentan c mo era su vida cotidiana y c mo se relacionaban con otras culturas. No eran un nico pueblo, sino una suma de comunidades con rasgos comunes en el arte, la escritura o la organizaci n social. Muchos de sus asentamientos pasaron despu s a manos romanas, lo que convierte a estos yacimientos en aut nticos libros abiertos donde se pueden leer las huellas de dos civilizaciones distintas. Hoy, buena parte de ese legado se conserva en yacimientos repartidos por todo el pa s. Desde Ja n hasta Girona, pasando por Teruel, Alicante o Valencia, es posible recorrer lugares donde se levantaron grandes oppida beros, construcciones defensivas gracias a elevaciones naturales del terreno, y descubrir piezas nicas que hablan de un pasado que sigue vivo bajo nuestros pies. C stulo (Linares, Ja n) En la antigua ciudad de C stulo, situada junto al Guadalimar, la historia de los beros se cruza con la de Roma. Fue uno de los enclaves m s importantes de la Oretania gracias a su posici n estrat gica y a sus recursos mineros. Su relaci n con Cartago y m s tarde con Roma marc su desarrollo, y hoy su yacimiento arqueol gico refleja bien esa mezcla de culturas. Tumbas a la entrada de Cástulo. Las excavaciones han sacado a la luz mosaicos nicos, como el famoso Mosaico de los Amores (siglo I-II d.C), adem s de restos de edificios p blicos, viviendas y fortificaciones. La visita se completa en el Museo Arqueol gico de Linares, que tiene un espacio monogr fico dedicado a C stulo, perfecto para entender la importancia que tuvo esta ciudad en la Antig edad. Cabezo de Alcal (Azaila, Teruel) El Cabezo de Alcal es uno de los ejemplos m s claros de c mo los beros fortificaban sus ciudades. Ubicado en un cerro cercano al r o Aguas Vivas, el asentamiento de Azaila conserva un trazado urbano muy reconocible. Calles rectas, viviendas adosadas y murallas que proteg an a la comunidad muestran hasta qu punto cuidaban la organizaci n de sus poblados. Yacimiento de Cabezo de Alcalá- Adem s de casas y calles, se han encontrado restos de murallas y de edificios p blicos que ayudan a hacerse una idea de c mo se viv a aqu hace m s de dos mil a os. En Azaila existe un centro de visitantes donde se puede profundizar en los hallazgos y en el valor hist rico del yacimiento, que es uno de los m s representativos del valle del Ebro. Basti (Baza, Granada) La ciudad bera de Basti, en pleno territorio de la Bastetania, es conocida sobre todo por la Dama de Baza. Esta escultura, hallada en su necr polis, se ha convertido en un icono del arte bero por su riqueza en detalles y por lo que nos revela sobre las creencias funerarias de este pueblo. La ciudad fue un importante n cleo urbano y pol tico en la zona oriental de la actual Andaluc a. Hallazgo de la Dama de Baza. El yacimiento conserva restos de su necr polis y de las tumbas monumentales que albergaban a personajes destacados. Una visita al Museo Arqueol gico Municipal de Baza permite contemplar de cerca piezas procedentes de estas excavaciones y entender mejor c mo se organizaba la vida y la muerte en esta comunidad bera. La Alcudia (Elche, Alicante) La Alcudia es otro nombre propio cuando se habla de arqueolog a bera. Fue aqu donde apareci la famosa Dama de Elche, quiz la pieza m s conocida del arte bero. El yacimiento, que se encuentra a las afueras de la ciudad, muestra la transici n entre la poca bera y la romana, ya que fue ocupada durante siglos por ambas culturas. Excavaciones en La Alcudia. En el recorrido se pueden ver restos de viviendas, un foro, termas y templos, adem s de murallas que recuerdan su pasado defensivo. El Museo Monogr fico de La Alcudia re ne los hallazgos m s significativos y es la mejor forma de completar la visita a este lugar clave para entender la historia del Mediterr neo occidental. Puente Tablas (Ja n) En Puente Tablas, a solo unos kil metros de la capital jiennense, se encontraba un importante oppidum bero que tuvo un papel destacado en la pol tica y la religi n de la zona. Sus puertas monumentales y su sistema defensivo hablan de una ciudad que estaba pensada para mostrar poder y seguridad. El yacimiento de Puente Tablas desde el aire. El yacimiento conserva restos de murallas, casas y espacios p blicos, pero lo m s llamativo es su santuario, ligado a rituales que los investigadores han podido reconstruir en parte. El propio lugar cuenta con un centro de interpretaci n que explica de manera clara la vida en este poblado y lo que signific para la cultura bera. Castellar de Meca (Ayora, Valencia) El Castellar de Meca es un oppidum impresionante por su tama o: m s de 15 hect reas amuralladas que muestran la magnitud de este asentamiento. Situado en la sierra del Mugr n, destaca por las estructuras excavadas directamente en la roca y por un sistema hidr ulico muy avanzado para la poca. Yacimiento de Castellar de Meca. En el recorrido se aprecian caminos tallados en piedra, aljibes y restos de viviendas, todo ello integrado en un entorno natural que ya de por s llama la atenci n. La visita requiere llegar hasta Ayora, desde donde se accede a este enclave que permite hacerse una idea de la envergadura de las ciudades beras en su momento de m ximo desarrollo. Ullastret (Girona) El yacimiento de Ullastret es el mayor oppidum conocido de la cultura bera y la capital de los indiketes. Situado en el Empord , fue uno de los centros m s importantes del Mediterr neo occidental. Sus murallas, templos y casas permiten recorrer una aut ntica ciudad bera que conserva gran parte de su trazado original. Adem s del propio yacimiento, aqu se encuentra el Museo de Arqueolog a de Catalunya-Ullastret, que custodia piezas de enorme valor y que ayuda a comprender c mo se organizaba esta sociedad. Pasear entre sus calles y asomarse a los restos de sus edificios es una de las mejores formas de acercarse al mundo bero en la pen nsula.

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