abc - 1 days ago

Entiendo a fondo que la participación en un grupo conlleva exigencias de membresía. Es el caso de la OTAN. Lo que no entiendo es la caprichosa variación del reglamento. Con Biden como presidente de Estados Unidos, la contribución en defensa oscilaba entre el 2 y el 3 por ciento. Ahora se impone el doble. ¿Es absolutamente necesaria esta oscilación o es la imposición de un tirano para impulsar la industria armamentística de su país? ¿En que análisis o estudio de la amenaza ha desembocado esta imposición? ¿No es más razonable analizar primero en profundidad el actual modelo?, ¿identificar lo que pretendemos?, ¿organizar para consensuar por último el reparto de cargas? Privarnos, por otra parte, de derechos básicos en casa para entregar la recaudación a un déspota me recuerda la época medieval. El presidente Trump publicitó sus dudas en relación con la OTAN en su primera legislatura. También lo hizo Macron. Si tanto recelo le inspira, salvo para ganar dinero, ¿por qué no es EE.UU. quien abandone la estructura? Qué gran oportunidad para forjar nuestra propia seguridad europea. Mire, Sr. Trump, ahora que ya se sabe el nombre, «Spain, the first». Enrique López de Turíso. Vitoria (Álava) Ya se han levantado los manteles y aún flota en el aire del improvisado comedor el nombre del galardonado con el premio Planeta. Nuevos laureles, viejos vicios, que ya llevan años y paños repartiendo la gloria literaria como si fuera un sorteo benéfico con ribetes caciquiles. Y así nos luce el bisoñé rojigualda: dando más importancia a los reales de vellón que al lustre de las letras patrias. Aunque este año se ha intentado dar un giro temático, la música de fondo sigue siendo la misma: otra novela destinada a lucir por unos meses en los escaparates y en los anaqueles de los posmodernos. Chapeau para la organización, el jurado y el autor, cuya meta es la de engordar las arcas. Mis condolencias a todos los lectores y a la cultura de esta piel de toro, que no acaba de salir del pozo de la mediocridad y el desprestigio. Me estoy planteando seriamente participar el año que viene con algo novedoso. Quizás un mamotreto sobre la corrupción de quienes nos gobiernan. A poco que me esmere, dejaré al mismísimo Mario Puzo en paños menores. José Juan González García. Oviedo (Asturias) Bien por la Comunidad de Madrid por llevar a los alumnos la voz y el relato de las víctimas del terrorismo etarra. Ojalá se hiciera en todos los institutos de España. Las nuevas generaciones no deben olvidar el sacrificio de los que dieron hasta su vida por nuestra libertad y nuestra democracia, contra el terrorismo de esa mafia etarra del coche-bomba y el tiro en la nuca. Nunca podemos olvidar a los inolvidables: las víctimas y sus familias. Memoria siempre. David García. Madrid

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