Friday 31 October 2025
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abc - 2 days ago

El Rey preside un funeral marcado por la tensión de las víctimas contra Mazón y la inacción política

Justo un año después de la dana que devastó gran parte de la provincia de Valencia y algunas localidades de Castilla-La Mancha y Andalucía, se ha celebrado el funeral de Estado -de carácter laico- en memoria de las 237 víctimas fallecidas , presidido por los Reyes Felipe y Letizia. Un acto solemne, que ha albergado un blindado Museo de las Ciencias de Valencia bajo estrictas medidas de seguridad, y que ha estado especialmente cargado de emociones, recuerdos y simbolismos. Las familias, las verdaderas protagonistas, han rendido homenaje a sus difuntos pero también han denunciado que el causante de la catástrofe es quien «omite su deber a sabiendas de que puede suponer la pérdida de vidas humanas», en referencia a un aislado y contrariado Carlos Mazón. El responso, que ha durado poco menos de una hora, contó con la presencia de un total de 625 familiares de víctimas, 78 alcaldes de municipios afectados y otras 180 autoridades. Antes, los Reyes y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversaron brevemente en una sala adyacente con diez parientes, las intervinientes en las exequias y dos representantes de las asociaciones mayoritarias. De este encuentro no participó el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón , quien sí protagonizó un frío saludo con el jefe del Ejecutivo central tras doce meses en los que no se han reunido ni una sola vez para abordar un plan conjunto de la reconstrucción de las zonas golpeadas. El presidente valenciano fue recibido en la sala central por algunas de las víctimas al grito de «asesino», «cobarde» y «sinvergüenza», entre otros insultos. «Has matado a mi hermano y a mi sobrino», le espetó una mujer. «Nadie da la cara por los españoles. Sois traidores a vuestro país », gritó otra asistente, que cargó también contra el Gobierno de España, mientras una tercera pedía «respeto para las víctimas». La entrada de los Reyes puso fin al enfrentamiento y los pitos dieron pasos a los aplausos comenzando por fin el funeral de Estado. Sonó el himno nacional e inmediatamente un hondo recogimiento tomó la sala cuando, uno a uno , los nombres de las 237 víctimas de la riada del 29 de octubre fueron pronunciados, tejiendo un bello mosaico de memoria compartida. Acto seguido, la voz de la cantante valenciana María Bertomeu, La María , envolvió la sala acristalada de la Calle Mayor del Museo Príncipe Felipe con la interpretación de la canción Mont Vetlatori . Las primeras notas bastaron para que el público contuviera el aliento en un espacio en el que los asistentes rodearon un monolito cerámico repleto de tantas rosas blancas como fallecidos dejó la terrible barrancada. Tres familiares - Andrea Ferrari, Naiara Chuliá y Virginia Ortiz- tomaron la palabra para poner voz al duelo compartido desde diferentes lugares del país. Les escuchaban otros allegados visiblemente emocionados, algunos portando camisetas con la fotografía de sus seres queridos y otros con mensajes como «eran muertes evitables». La primera perdió a su madre Eva Canut, de 54 años, cuando el tsunami de agua y lodo la sorprendió en plena carretera volviendo del trabajo con una compañera. «Hace un año nos cambió la vida y aún sentimos el vacío», ha afirmado. «El agua lo arrasó todo, incluidas las vidas, no solo de quienes se fueron, sino también de los que nos quedamos. Cambió nuestra historia», recordó. Ferrari quiso transformar el homenaje en un reconocimiento a los supervivientes: «No quiero que sea solo un homenaje a quienes se fueron, sino a los que seguimos aquí, caminando con cicatrices en el alma, pero con paso firme. Descubrimos la solidaridad. Gracias a los voluntarios, jóvenes, vecinos, servicios de emergencia, fuerzas de seguridad y miles de personas que vinieron de toda España y ayudaron con germanor a que Valencia saliera del barro. También quiero reconocer a las asociaciones de víctimas que han sabido canalizar el dolor y convertirlo en justicia». Al referirse a su madre, la emoción fue aún mayor. «Hablar de ella es hablar de luz en estado iluminaba todo lo que la rodeaba. Era amiga y, sobre todo, madre: fuerte, valiente, soñadora. Todos los que tuvimos la suerte de tenerla cerca lo sabemos», afirmó. «Estoy muy orgullosa de decir a los mil vientos que eras mi madre, y como tú no habrá ninguna. Esa misma fuerza es la que me impulsa a seguir viviendo, incluso cuando la vida pesa. Su forma de amar y reír es mi guía». Naiara y sus dos hijos pequeños sufrieron la irreparable pérdida de su pareja y padre Slim Regaieg, trabajador de una empresa logística de Ribarroja del Turia. «Días antes pensé: soy tan feliz que me da miedo , y no te lo dije», recuerda con la voz entrecortada. «Celebramos mi cumpleaños aquel sábado, nos lo pasamos tan bien… aún conservo merengue congelado de aquel día que no me atrevo a tirar». Su relato es el de una vida truncada de golpe: «Cuando por fin nos estábamos estabilizando, un día te vas de casa y no vuelves». Confiesa que, de haber sabido que aquella conversación del día 29 de octubre sería la última, «te hubiese dicho tantas cosas». La incertidumbre y el miedo marcaron las horas siguientes: «Rogábamos que al llegar a casa estuvieras allí, pero no. Llegó la incredulidad, el miedo… los niños querían ir a bu si no los hubiese tenido, habría ido esa misma noche». Cuando finalmente encontraron el cuerpo de su Slim, «su mundo se puso boca abajo». «Lo más duro fue decírselo a los niños. El cuadro de nuestra vida se rompió en mil pedazos», rememoró. «Me repetí que no podría, pero nuestros amigos y familia no me dejaron sola. Todos los días hablo contigo, amor de mi vida. No crío a mis hijos sola, sino contigo, pensando cómo lo harías tú. Fuiste un padre increí hemos perdido mucho con tu partida, pero siempre vivirás en nosotros», concluyó. Después de Andrea y Naiara llegó el turno de Virginia Ortiz , prima hermana de Juan Alejandro, un operario del Ayuntamiento de Letur (Albacete) que la riada le arrastró mientras vigilaba la zona alta del pueblo enclavado en la sierra del Segura, tras recibir el aviso de que el arroyo se había desbordado en el inicio del cauce. «Más que nunca debemos estar unidos», ha pronunciado tras agradecer el papel desinteresado y generoso de los miles de voluntarios. No obstante, fue la única de las intervinientes que señaló directamente la gestión política de la emergencia, al aludir que «el causante de la catástrofe es quien omite su deber a sabiendas que su omisión puede suponer la pérdida de vidas humanas, quien comete el acto primigenio que deriva en sus muertes», censuró. Tras la terna de conmovedores panegíricos, aconteció otro de los instantes con mayor carga emocional del funeral de Estado con la ofrenda floral de Sus Majestades los Reyes mientras sonaba El cant dels Ocells , que relata el gozo de la naturaleza el día del nacimiento del niño Jesús en el establo de Belén. Fue el preludio del minuto de silencio que paralizó la sala en un vacío caviloso y atronador. Finalmente, el Rey Felipe VI se dirigió a las familias de las víctimas y pronunció aquello que prometió y ha cumplido durante los últimos doce meses: «La Reina y yo siempre vamos a estar con vosotros». El Adagio del Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo, interpretado por el Sexteto de la Orquesta de RTVE, cerró el sentido homenaje a los 237 fallecidos en las terroríficas riadas de hace un año, marcado por el dolor y el recuerdo pero también por la indignación que todavía genera la deficiente gestión de la emergencia. Al final el funeral, se escucharon cánticos de «Mazón, dimisión», habitual en las manifestaciones contra el presidente autonómico. También han asistido al funeral los presidentes del Congreso y del Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, respectiv así como del Tribunal Constitucional y del Supremo, Cándido Conde-Pumpido e Isabel Perelló, y el líder de la oposición y presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, y los expresidentes del Gobierno José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Además han acudido todos las vicepresidentas y los ministros del Ejecutivo central salvo las titulares de Defensa, Margarita Robles, de viaje en Portugal, y la de Sanidad, Mónica García. Asimismo, junto a Mazón, se encontraban los presidentes autonómicos Salvador Illa (Catalunya), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Alfonso Rueda (Galicia), Fernando López Miras (Región de Murcia), María José Saénz de Buruaga (Cantabria), Jorge Azcón (Aragón), Fernando Clavijo (Canarias), Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Juan José Imbroda (Melilla). En cambio, no han podido desplazarse a Valencia la presidenta extremeña, María Gua el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañ el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma M el jefe del Ejecutivo de La Rioja, Gonzalo Capellán de M la presidenta de Islas Baleares, Marga P el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y la líder madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Al acto también estaban invitados los delegados del Gobierno de las tres comunidades autónomas afectadas por la dana, y los portavoces parlamentarios en Congreso y en Senado, menos los de Vox, que han rechazado la invitación según avanzó su presidente nacional Santiago Abascal. El aforo lo han completado los portavoces de los parlamentos autonómicos de las tres comunidades, los alcaldes de los municipios afectados y representantes de los agentes sociales, además de los propios familiares de las 237 víctimas mortales de la tragedia.


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