Sunday 19 October 2025
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abc - 17 hours ago

El largo y sinuoso camino hacia la tokenización de los mercados financieros

La revolución del blockchain alcanza también a los mercados de valores tradicionales. Hasta ahora dominados por unas pocas entidades nacionales y sometidos a estricta supervisión, afrontan un nuevo competidor: las bolsas digitales basadas en registro distribuido (DLT). Nacido del ecosistema cripto y en fase de encaje europeo, este sistema busca tokenizar valores como acciones o bonos y facilitar su compraventa en entornos regulados. Además, ofrece a las empresas no cotizadas una vía alternativa de financiación y acceso a un mercado, según sus defensores, más ágil y abierto que las bolsas convencionales. Alfonso González, experto en blockchain de Afi, considera que la transición hacia las bolsas digitales será gradual, aunque transformadora. Estas infraestructuras, señala, no sustituyen a las tradicionales, «sino que las complementan donde la tecnología aporta eficiencia, trazabilidad y accesibilidad». Su consolidación dependerá del avance normativo, la interoperabilidad y la confianza de los inversores institucionales, cuyo respaldo será clave para escalar el modelo. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) confirma, en declaraciones a ABC, que las acciones representadas mediante DLT solo pueden negociarse en entornos autorizados bajo el reglamento europeo del régimen piloto . «A la fecha actual, la CNMV no ha autorizado ningún sistema basado en DLT bajo el mencionado régimen piloto, si bien hay varios candidatos y alguno podría ser autorizado próximamente», señala el supervisor. Añade que «algunas infraestructuras de este tipo ya han sido aprobadas en otros países de la UE, como Alemania», y subraya que los mercados digitales deberán mantener «un nivel idéntico de protección al inversor», incluso operando las 24 horas del día. El régimen piloto se traduce, en la práctica, en un proceso regulatorio que replica muchas de las fases de una salida a Bolsa, de acuerdo con expertos consultados. En este contexto, explica Cristina Carrascosa, de ATH21, los security tokens (tokens que representan acciones o bonos, entre otros valores) se consideran instrumentos financieros cuando encajan en las categorías de MiFID II. El régimen piloto, en vigor desde marzo de 2023, permite tres tipos de infraestructuras –negociación, liquidación y ambas integradas–y reproduce, con ligeras variaciones, los pasos de una salida a bolsa tradicional: análisis legal, registro a través de una entidad responsable de inscripción y registro (ERIR) y, en su caso, aprobación del folleto por la CNMV. La diferencia, en el caso de los security tokens , apunta Carrascosa, está en la trazabilidad y los controles técnicos, que añaden una capa de seguridad y transparencia. Mientras España adapta su normativa a los estándares europeos, Suiza lleva varios años de ventaja en la implantación de su propio marco digital. En el país helvético, la modernización del sistema financiero se ha concebido como una evolución natural de su tradición regulatoria. Michele Curtoni, responsable de estrategia de activos digitales de la bolsa suiza SIX, recuerda que Suiza fue uno de los primeros países en crear una legislación específica para la actividad digital y permitir infraestructuras de mercado basadas en registro compartido. Desde ese entorno pionero, SIX (propietaria de BME) ha integrado SDX, su plataforma para la emisión y liquidación de valores digitales, dentro del mismo marco que rige la bolsa tradicional. Para Curtoni, los mercados digitales y los convencionales ya convergen hacia un modelo híbrido y más inteligente. En España, Bit2Me ultima el lanzamiento de su sistema Bit2Me STX, «concebido como una Bolsa 3.0 con ambición europea», explica Javier Tordable, CEO de esta división. La compañía prevé operar a finales de 2025, una vez obtenidas las licencias de agencia de valores y de centro de negociación y liquidación de la CNMV. La firma ya probó su tecnología en el sandbox regulatorio en 2024, donde emitió el primer bono corporativo tokenizado del país, afirma. Ahora completa los requisitos del régimen piloto DLT con el objetivo de crear un Nasdaq europeo : «un entorno sin pausas ni intermediarios donde las operaciones se liquiden al instante», asegura. El modelo, sin embargo, plantea un reto inédito: la gestión de la información en un mercado operativo las 24 horas, frente a las Bolsas tradicionales, que mantienen horarios fijos y cierran los fines de semana. Un sistema continuo podría generar asimetrías ante la publicación de hechos relevantes - información estratégica que las empresas deben comunicar al regulador financiero- fuera del horario de mercado. Hoy, ese riesgo se evita al prohibir la difusión pública de este tipo de anuncios fuera de la negociación, de modo que todos los inversores los reciban al mismo tiempo y dispongan de margen para analizarlos. Lo mismo sucede con acontecimientos inesperados que ocurren fuera de horario, como declaraciones políticas de impacto, tensiones geopolíticas o movimientos bruscos en el precio del petróleo. En un mercado con horarios definidos, esos márgenes permiten que los inversores asimilen la información y reaccionen en igualdad de condiciones. En un mercado abierto las 24 horas, ese equilibrio podría romperse, dando ventaja a algunos inversores y reduciendo la capacidad de reacción del resto. Tordable no considera que sea un problema: sostiene que las verdaderas distorsiones «se producen durante las pausas, cuando los mercados cierran y la información circula de forma desigual». «Difundir los datos en tiempo real y de forma simultánea elimina el riesgo de información privilegiada y crea un mercado más justo», dice. «Crypto opera así desde su nacimiento, y hacia esa operativa se mueven todas las bolsas mundiales, incluso las tradicionales», concluye. Mientras tanto, a escala internacional, Kraken, con sede en EE.UU., se ha consolidado como una de las grandes plataformas de negociación de activos digitales. La firma ofrece acciones y ETFs tokenizados de grandes compañías y promueve un modelo de inversión continua y descentralizada. Su responsable de expansión y alianzas estratégicas, Víctor Sáez, asegura que esta operativa reduce las barreras de entrada y permite usar los activos en aplicaciones finanzas descentralizadas (DeFi) gracias a la composabilidad , la capacidad de conectarlos con distintos servicios dentro del ecosistema digital. El principal reto, señala Sáez, «es lograr una adopción masiva a través de la utilidad real: que los usuarios puedan mover, prestar o emplear sus activos como garantía dentro de un entorno interoperable. Cuando esas aplicaciones sean comunes, añade, la tokenización dejará de ser promesa y se convertirá en práctica habitual». Esa transformación no excluye a la banca tradicional, sino que redefine su función dentro del nuevo ecosistema financiero. Juan Carlos Salinas, del IEB, explica que la tokenización abre «una infraestructura paralela que conecta directamente a emisores e inversores, reduciendo costes y aumentando la eficiencia». En ese contexto, las entidades financieras tradicionales «se adaptan para actuar como puente, ofreciendo servicios de custodia, estructuración y emisión de activos digitales». Según Salinas, la «evolución ya está en marcha y el sector bancario jugará un papel esencial en la consolidación de este nuevo esquema de mercado». El desarrollo de las Bolsas digitales exigirá aplicar las normas existentes bajo un enfoque de neutralidad técnica, donde la innovación no altera las obligaciones de transparencia y control . La CNMV defiende la proporcionalidad regulatoria para equilibrar seguridad e innovación y mantendrá los mismos criterios de supervisión que en los mercados tradicionales, adaptando su seguimiento al entorno digital sin modificar las garantías del inversor. El cumplimiento normativo en los nuevos entornos mantiene los estándares de una bolsa tradicional, pero con procesos automatizados y trazabilidad total. Tordable, de Bit2Me STX, explica que la verificación de emisores, la revisión legal y la auditoría se realizan íntegramente sobre blockchain, garantizando transparencia y seguridad. Carrascosa, de ATH21, añade que el régimen piloto europeo exige las mismas garantías de due diligence que un mercado convencional, aunque con un componente que refuerza la supervisión. La innovación, en este contexto, no reduce el control: lo hace más verificable. Al final, la revolución del blockchain en los mercados de valores solo será sostenible si la innovación camina al ritmo de la regulación. La CNMV insiste en que, conforme al reglamento (UE) 2022/858, deben aplicarse las mismas normas a las nuevas herramientas financieras, siguiendo el principio de «misma actividad, mismos riesgos, mismas normas». Curtoni, de SIX, recuerda que el éxito suizo se ha basado en integrar lo digital dentro del marco tradicional, no al margen de él. Y, como apunta Salinas, del IEB, el reto pasa por desarrollar marcos regulatorios que permitan aprovechar el potencial de la tokenización sin comprometer la integridad del sistema financiero. Solo con unas reglas claras, esta tecnología podrá consolidarse e integrarse plenamente en el sistema financiero. La empresa Beself Brands, dedicada al comercio online, ha decidido tokenizar sus acciones para ejecutar una ampliación de capital destinada a financiar su crecimiento. Su fundador, Albert Prat, explica que «la tokenización reduce un 90% los costes frente a una salida a bolsa tradicional y elimina intermediarios». La compañía ha levantado hasta ahora casi 600.000 euros en una primera ronda mediante la emisión de acciones tokenizadas y prevé captar un total de ocho millones cuando estas coticen en un mercado secundario digital regulado en 2026, bajo supervisión de una ERIR.


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