Sunday 19 October 2025
Home      All news      Contact us      RSS      English
eldiario - 12 hours ago

A veces, las guerras se pierden. Reflexiones sobre Ucrania

Cuando Trump y Putin se reúnan en Hungría, veremos si realmente comparten ya el mismo plan, una “paz impuesta” que, aunque seguro utilizarán el concepto de “paz justa y duradera”, no tendrá nada de justa, aunque es posible que no quede otra opción Desde que Trump asumi la presidencia, ha manifestado en varias ocasiones que, tarde o temprano, se pondr a de acuerdo con Putin para terminar con la guerra de Ucrania, y por la v a de no suministrar m s armamento al presidente Zelenski, cosa que ya ha empezado a hacer durante este a o, al reducir substancialmente las entregas de armas, y obligarlo a aceptar que Rusia se quedar a con los territorios ya conquistados, con peque as variaciones, a cambio de que los pa ses de la OTAN le garantizaran una seguridad para el futuro, sin entrar en la Alianza. Trump y Putin comparten muchas caracter sticas, pues ambos son arrogantes, personalistas, aut cratas, eg latras, autoritarios, manipuladores y desconocen la autocr tica. Este tipo de personajes, cuando est n al mando de superpotencias militares, est n condenados a entenderse, pues se admiran mutuamente, aunque sea en secreto y con vaivenes en sus declaraciones. El ministro ruso de Exteriores, Lavrov, que no est tan sujeto a estos cors s, en sus discursos siempre loa al presidente Trump, sea cual sea la coyuntura, lo que es una se al muy clara de que buscan un entendimiento para el caso de Ucrania. Cuando Trump y Putin se re nan en Hungr a, veremos si realmente comparten ya el mismo plan, una paz impuesta que, aunque seguro utilizar n el concepto de paz justa y duradera , no tendr nada de justa, aunque es posible que no quede otra opci n. Durante este a o, en varias ocasiones y la m s reciente en este mes de octubre, tanto el presidente Zelenski como otros dirigentes pol ticos europeos han insistido en que, con ayuda externa, Ucrania podr a ganar la guerra y recuperar los territorios anexionados por Rusia. Pero el viernes, en su visita a la Casa Blanca, adem s de no prometerle enviar misiles Tomahawk, Trump le dijo a Zelensky que tanto Rusia como Ucrania deb an detenerse como est n y poner fin a la guerra, congelando las l neas de batalla actuales y aceptando un cese de hostilidades a una guerra que ha podido costar la vida a unos 250.000 o 300.000 j venes de ambos bandos, aplicando una media de varias estimaciones realizadas al respecto, m s que la guerra de Siria o Iraq, y pr xima a la de Afganist n. Una verdadera carnicer a, y que supone seis veces m s que los muertos de las tropas estadounidenses en Vietnam. No hay que extra arse, por tanto, que haya tambi n unos 350.000 desertores entre los dos pa ses. En los ltimos 35 a os, en el mundo hemos tenido 62 guerras, esto es, conflictos armados de alta intensidad. El 35% de ellas terminaron con un acuerdo de paz, muchas veces imperfecto (recuerden los Balcanes), y evidentemente no incluyo el plan de 20 puntos de Trump para Gaza, que no es propiamente un acuerdo de paz, entre otros motivos porque no ha participado una de las partes, la palestina, y el conflicto est todav a muy activo para Israel. Otro 45% de las guerras est n vigentes, se han desactivado o no est n resueltas del todo, aunque no haya muertos en este momento. Nos queda el 20% restante, 12 guerras que han terminado por la victoria militar de una de las partes (Ruanda, Punjab, Per , Angola, Costa de Marfil, Chad, Afganist n, Sri Lanka, Armenia/Azerbaiy n, segunda guerra de Chechenia, Israel/Palestina y Siria), que, aunque sea un porcentaje mucho menor que los acuerdos de paz alcanzados, es importante y est en alza desde hace unos a os, pues van decreciendo los procesos de paz, mientras aumentan los que finalizan militarmente. Es una mala se al, pero los que nos dedicamos a promover acuerdos de paz, tambi n tenemos la obligaci n de analizar los casos en que esto no ha sido posible. En este sentido, creo sinceramente que Ucrania no tiene la capacidad para reconquistar los territorios que Rusia se ha anexionado, por lo que continuar con la guerra de desgaste parece no tener sentido. Firmar un armisticio es la nica forma realista de evitar que el conflicto se enquiste durante a os, como ha sucedido en otros escenarios de guerras congeladas . Seguir enviando armas a Ucrania, sin otra perspectiva a la vista, solo perpet a un conflicto que ya est perdido en t rminos estrat gicos y humanitarios, y, adem s, prolongarlo acent a el riesgo de un enfrentamiento directo OTAN-Rusia si se sigue escalando el conflicto. Mi posici n se basa en el realismo pol tico, pero sobre todo en el principio tico de evitar m s muertes en una guerra que solo puede traer m s dolor y muerte. Creo que es importante tener en cuenta que el apoyo a la continuaci n incondicional de la guerra parece haber disminuido significativamente con el tiempo en Ucrania. La posici n mayoritaria ha cambiado respecto a a os anteriores y ahora es favorable a la negociaci n, en parte por el agotamiento, las p rdidas humanas y los costos econ micos. En una encuesta de Gallup del mes de julio, el 69% de los ucranianos dijeron que prefer an negociar un fin de la guerra lo antes posible, mientras que solo el 24% apoyaban continuar la lucha hasta la victoria, todo lo contrario de 2022. Mosc lo sabe, y de ah que intensifique los ataques que afectan directamente a la poblaci n civil. Es una estrategia sumamente cruel y que va en contra de todas las normas del derecho internacional humanitario, pero tiene un efecto directo en el cambio de opini n de la poblaci n. A finales de 2023, Rusia controlaba el 17,4% del territorio de Ucrania. Ahora ya es del 19%, y no parece que vaya a disminuir. Despu s de tres a os y ocho meses de guerra, Estados Unidos y los pa ses europeos ya han proporcionado ayuda militar a Ucrania por valor de 170.000 millones de euros, y Ucrania ha tenido que dedicar m s de 120.000 millones de d lares para la guerra de su presupuesto nacional. En 2025, el 26,3% de su PIB va destinado a la guerra, una aut ntica cat strofe econ mica, que se a ade a las vidas humanas perdidas. En la ltima reuni n de los ministros de Defensa de la OTAN, uno de los objetivos era que la mayor a de los pa ses se adhirieran a la iniciativa de adquirir armas a Estados Unidos para Ucrania (PURL), un gran negocio para los estadounidenses, pero seguramente una cat strofe si eso contribuye a alargar una guerra que de momento no se puede ganar. Si es as , y para evitar unos 100.000 muertos m s en el pr ximo a o, lo m s sensato ser a terminar con esta guerra, injusta, pero p pactar un alto al fuego y un cese de hostilidades, aceptar que Rusia se queda con el territorio conquistado, y negociar un sistema de garant as para que la poblaci n de los territorios anexionados pueda tener, si quiere, doble nacionalidad, puedan estudiar la lengua ucraniana y sean respetados sus derechos como minor a, con una real verificaci n de la OSCE, que fue creada, entre otros temas, para estos menesteres. En 9 de las 12 guerras que terminaron con victoria militar, y no con acuerdos de paz, a pesar de ello despu s se hicieron acuerdos, repatriaciones, amnist as, normalizaciones pol ticas, di logos pol ticos, reconciliaciones, descentralizaciones, normalizaciones ling sticas y otros tipos de iniciativas. Lo explico porque es una cuesti n b sica en este tipo de conflictos armados a los que se quiere poner fin, hay f rmulas complementarias para evitar que una cesi n , en este caso territorial, sea tambi n humillante. En una eventual negociaci n entre Ucrania y Rusia, adem s de los compromisos ya demandados de no ingresar en la OTAN y dar garant as de seguridad a Ucrania, hay todo un abanico de cuestiones interesantes que pueden ponerse en el cesto de un acuerdo final, evitando siempre el t rmino derrota y capitulaci n , para dar nfasis al fin de los combates , alto el fuego definitivo , y acuerdos de seguridad compartida y verificaci n. Trump dijo el viernes algo parecido, al recomendar que ambos reclamen la victoria, que la historia decida . Estas palabras recogen, quiz s sin saberlo Trump del todo, una larga tradici n de finales pragm ticos, cuando la salida permite detener la matanza sin exigir que nadie renuncie p blicamente a su narrativa. La verdadera victoria, en estos casos, no es militar ni territorial, sino sem ntica y moral, al convertir la rendici n del orgullo en una afirmaci n de la paz. Por desgracia, el Protocolo de Minsk de 2014 no se cumpli , y el acuerdo de Minsk II de febrero de 2015, tampoco. La diplomacia europea no presion a Ucrania para que cumpliera su parte del acuerdo, y m s bien se dedic a rearmar a este pa s. Angela Merkel y Fran ois Hollande lo confirmaron en diciembre de 2022, concretamente los d as 7 y 30, respectivamente. De haberse cumplido lo pactado, el Donb s ser a ahora una autonom a de Ucrania, y la guerra no hubiera empezado. Ahora ya es tarde para eso, pero no para poner fin a una guerra que no tiene ning n sentido si apreciamos el valor de las vidas que est n en juego. Que no sea justo no quiere decir que no sea conveniente y oportuno. Finalmente, acabar con la guerra de Ucrania permitir a romper con la paranoia desatada en Europa sobre la amenaza rusa y una inminente invasi n de su parte, abriendo la puerta a una reconsideraci n sobre las recientes pol ticas de seguridad favorables a un rearme m s que desmesurado, y, con suerte, buena voluntad y mucha presi n social, volver a los principios de la seguridad compartida. La industria armament stica de Estados Unidos quedar a afectada, y el secretario general de la OTAN, que es el se or del 5% que le dice a la oreja de Trump que Espa a se porta mal, seguramente podr a coger una seria depresi n, pero en Europa igual podr amos recuperar el sentido com n en cuanto a temas de seguridad.


Latest News
Hashtags:   

veces

 | 

guerras

 | 

pierden

 | 

Reflexiones

 | 

sobre

 | 

Ucrania

 | 

Sources