eldiario - 6 days ago

La ultraderecha abrió hace un año en Valencia su laboratorio político: “Solo el pueblo salva al pueblo”. Ahora experimenta a pleno rendimiento en sus tubos de ensayo: calibrarán si les conviene un presidente autonómico del PP débil, más aún que Mazón, que ya les dio todo. O tal vez unas nuevas eleccionesFeijóo y Abascal hablan por teléfono pero evitan abordar nombres para sustituir a Mazón La dana, un evento meteorol gico que produce fen menos violentos. Hace un a o arras la provincia de Valencia y caus 229 muertos. La dana pol tica, un fen meno que causa perturbaciones de gran calibre. La mayor, por el momento, es otorgar a la regi n el estatus de laboratorio pol tico de la ultraderecha. En Valencia bullen a borbotones varias crisis: crisis pol tica, crisis social, crisis epist mica. Que acabe siendo una crisis del sistema o no depende de lo que hagamos. La ultraderecha saca brillo al microscopio. La crisis pol tica empieza en el Gobierno auton mico, que no tiene cabeza, pero tampoco est descabezado. Carlos Maz n ha hecho una dimisi n amorfa, que cronifica el dolor de las v ctimas. Adem s, hay una doble crisis interna en el PP: por un lado, auton mica (de alicantinos vs valencianos) y, al mismo tiempo, de cargos provinciales acanton ndose contra la autoridad nacional del partido. Todo muy edificante. En lo profundo, el PP de Valencia representa el ejemplo extremo del fracaso de los partidos para seleccionar a las lites, una de las misiones que tienen encomendadas. All los acuerdos pol ticos los redactan los toreros. Sin embargo, los fen menos extremos tambi n hacen florecer liderazgos. De la dana pol tica emergi de manera natural la personalidad responsable y comprometida de Pilar Bernab , cuya figura no se deja crecer. El ltimo tem de la crisis pol tica es aburrido, por eso no se habla de l. La administraci n espa ola -estatal y auton mica- es del siglo XIX, el cambio clim tico es del siglo XXI. Llegar tarde a una torrentera se parece a no llegar. Si la administraci n no se acompasa a la velocidad que requieren los fen menos extremos, cundir la sensaci n de incomparecencia del Estado. Hay que imbuir a toda la administraci n del esp ritu UME: rapidez, ligereza y servicio. Menos burocracia, m s eficacia. La crisis social cristaliz en el grito del funeral de Estado. La sociedad civil valenciana se lame su herida a cielo abierto, pero est viva. Su fuerza ha obligado a los actores pol ticos a tomar decisiones. En la dana meteorol gica se genera un contraste brutal: a 7.000 metros de altura, el aire es fr o. Abajo en la superficie, el aire es c lido. Chocan esas dos masas. Producen inestabilidad. En el funeral, el aire fr o de las alturas pol ticas valencianas sinti de golpe por debajo la calidez de las gentes con sus muertos a cuestas. Esos dirigentes que no temieron la dana meteorol gica, fantasearon con no estrellarse nunca con el c lido aliento de las v ctimas. Se equivocaron. Por ltimo, la crisis epist mica: tiene un nombre feo, pero es ese fen meno que ha convertido la realidad en contenido ; el periodismo en distracci n; y la pol tica en entretenimiento. Maz n se ha consagrado como personaje de vodevil. Es ese hombre que salta por la ventana para no ser descubierto y hace el rid culo a la vista de todos. Es ese personaje que externaliza la responsabilidad y no aprende. En su funci n prorrogada, ahora va al m dico. Maribel Vilaplana es, por el contrario, personaje de tragedia griega: el destino le deparaba la peor suerte el 29 de octubre de 2024. No es culpable de nada y vive atormentada. Quiso huir de ese destino, ocultar que estuvo all , acortar su tiempo con Maz n. Pero la acab por alcanzar el lunes. Tal vez a partir de ahora descanse mejor. Sus errores, tr gicamente humanos, son otra cara del sufrimiento recalcitrante de Valencia, que volver cada a o, como vuelven las danas. La dana es un fen meno singular. Lo peor de un hurac n sucede en su ojo, en cambio, bajo el n cleo de la dana pueden no ocurrir las lluvias m s arrasadoras. Mientras el n cleo de la dana pol tica sigue en Valencia, las trombas pueden caer en Extremadura, Castilla y Le n, toda Espa a. La ultraderecha abri hace un a o en Valencia su laboratorio pol tico: Solo el pueblo salva al pueblo . Ahora experimenta a pleno rendimiento en sus tubos de ensayo: calibrar n si les conviene un presidente auton mico del PP d bil, m s a n que Maz n, que ya les dio todo. O tal vez unas nuevas elecciones. Abascal acusa a Feij o de no seguir el manual trumpista, que aconseja nunca reconocer un error ni admitir una derrota. La paradoja es que el PP ha llegado tarde un a o y se ha precipitado. Se requiere mucha estulticia para llegar tarde y precipitarse a la vez. Pero ah est el PP, sin trazar el mapa antes de tomar decisiones. Ahora el mapa lo tiene desplegado Vox entre matraces, probetas y microscopios, para exprimir esta crisis. Ojal se equivoquen, pero sobre todo, ojal acierten los partidos democr ticos.

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