Tuesday 4 November 2025
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eldiario - 3 days ago

El rey malcriado

El boletín del director es una carta semanal de Ignacio Escolar exclusiva para socios y socias de elDiario.es. Si tú también lo quieres leer y recibir cada sábado en tu buzón, hazte socio o socia Incluso los m s corruptos tienen siempre una coartada moral. El cerebro humano funciona as : necesita mantener la coherencia, encontrar un equilibrio entre las palabras y los hechos, entre nuestros actos y los principios que decimos defender. Nadie se reconoce a s mismo como una mala persona, un ego sta o un ladr n. Tampoco quienes realmente lo son. La memoria es c mplice. Con el tiempo, la realidad se deshilacha y los recuerdos acaban siendo lo que nosotros mismos nos hemos contado. No lo que realmente pas . Es un mecanismo de defensa. Un fusible del cerebro que los psic logos explican con otros t rminos: disonancia cognitiva o autojustificaci n moral . Para ellos, las memorias de Juan Carlos de Borb n son un aut ntico fil n. A n solo conocemos algunos extractos y una entrevista publicada esta semana en el diario franc s Le Figaro. Pero cuesta encontrar un ejemplo mejor de disonancia cognitiva: un abismo mayor entre lo que escribir n los historiadores y lo que el rey em rito dice que ocurri . Juan Carlos de Borb n: No es com n que un jefe de Estado (...) decida expatriarse. No me obligaba a ello ninguna guerra, ni tampoco ninguna persecuci n judicial. Ante la presi n de los medios de comunicaci n y del Gobierno, tras la revelaci n de la existencia de una cuenta bancaria que yo pose a en Suiza y de acusaciones totalmente infundadas de comisiones, decid marcharme para no entorpecer el buen funcionamiento de la Corona . Falso. Las acusaciones sobre el cobro de comisiones estaban m s que fundadas. Y si no fueron investigadas penalmente fue por la inviolabilidad del rey. La palabra clave es Zagatka: una opaca fundaci n que manejaba decenas de millones de d lares escondidos en para sos fiscales. Su administrador era un primo y amigo del monarca, A lvaro de Orleans Borb n. De esa fundaci n salieron al menos ocho millones de euros para pagar gastos personales del rey: los vuelos privados que realizaba al margen de su agenda oficial cuando no utilizaba el Falc n . Si ese dinero no era suyo, por qu dispon a libremente de l? De d nde proced a? Su responsabilidad en esos cobros era tan evidente que, en 2021, el rey em rito pag a Hacienda m s de cuatro millones de euros en otra regularizaci n fiscal lleva ya tres para presentar esos pagos como un donativo de su primo y evitar que lo acusaran de un delito fiscal. Juan Carlos de Borb n: Al final, mi vida ha estado dictada por las exigencias de Espa a y del trono. Di libertad a los espa oles instaurando la democracia, pero nunca pude disfrutar de esa libertad para m mismo. Ahora que mi hijo [el rey Felipe VI] me ha dado la espalda por deber, que mis supuestos amigos han desaparecido, me doy cuenta de que nunca he sido libre . Tras toda una vida de absoluto privilegio, el rey em rito se disfraza de v ctima, de alguien que nunca fue libre. Como un hombre que se sacrific en aras de una responsabilidad que sin duda tuvo, pero que es dudoso que realmente llegara a asumir. Nunca se someti a las exigencias del trono. M s bien al contrario. Como saben bien hoy los espa oles, se aprovech de ese honor para llevar una vida irresponsable, de puro lujo, al margen de cualquier l mite tico o incluso legal. Qu clase de sacrificio fue aquel safari para cazar elefantes en Botsuana durante la peor crisis econ mica de las ltimas d cadas? Qu sentido del deber justifica pagar con dinero p blico la construcci n de una villa para su amante, en pleno monte de El Pardo, a pocos kil metros de donde viv a su esposa? En qu cap tulo de las exigencias del trono figura usar el servicio secreto para tapar las miserias de su vida privada? O comprar con dinero p blico el silencio de una de sus muchas amantes, B rbara Rey? Si aquello le parec a poca libertad, que se imagine la vida de cualquier ciudadano com n, que descontadas las horas de sue o dedica alrededor de un tercio de su vida adulta a trabajar. Su libertad era tan amplia que se extend a por encima de la ley, amparada por su impunidad penal. No solo tuvo libertad para defraudar, sino tambi n el privilegio de no asumir ning n reproche judicial. Fue tan grande esa libertad que incluso se libr de ser investigado por varias demandas de paternidad. Tambi n es falso que l diera la libertad a los espa oles. Como explicamos en el ltimo n mero de nuestra revista, esa libertad se gan en la calle: no fue un regalo del rey. Y el verbo correcto no es dar, sino recuperar. Porque antes el Borb n siempre lo olvida hubo un golpe de Estado de unos militares que robaron esa libertad a los espa oles durante 41 a os, de 1936 a 1977. Juan Carlos de Borb n: [Tuve] la debilidad de confiar en hombres de negocios que me fueron presentados y de ceder a lo que hoy percibo como presiones. (...) [Me he dejado aconsejar por] ciertos empresarios poco escrupulosos que actuaban en mi nombre, pero sobre todo por su propio beneficio . No fue exactamente as . Fue una relaci n simbi tica, entre empresarios que se beneficiaban del favor real y que, al tiempo, le regaron de favores. O es que el rey cree que esos ricos que le pagaron yates de lujo, coches deportivos, relojes car simos o espectaculares monter as lo hac an por patriotismo? Por generosidad? Mario Conde. Javier de la Rosa. Manuel Prado y Col n de Carvajal. Todos ellos, corruptos con condenas a prisi n. Todos ellos, grandes amigos del rey. Juan Carlos de Borb n (sobre el 23F). No hubo un golpe, sino tres golpes. El golpe de Tejero, el de Armada y el de los pol ticos cercanos al franquismo. Alfonso Armada estuvo 17 a os a mi lado. Le quer a mucho y me traicion . Convenci a los generales de que hablaba en mi nombre (...) Montaron un estudio de urgencia en mi despacho. Me puse la chaqueta de general, pero no los pantalones, para ir m s r pido . Desde que Tejero entr a tiros en el Congreso, a las 18:23 de la tarde, hasta que Juan Carlos I grab su discurso televisado para condenar el golpe de Estado, pasada la medianoche, transcurrieron casi seis horas. Hubo tiempo de sobra para ponerse unos pantalones. Aquel discurso del rey solo se emiti en TVE a la 1:14 de la madrugada, cuando el golpe ya hab a fracasado: despu s de que Tejero rechazara la propuesta que le hab a transmitido Alfonso Armada, el hombre de la m xima confianza del rey. Juan Carlos de Borb n (sobre el dictador Francisco Franco): Le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido pol tico. ( ) Nunca dej que nadie lo criticara delante de m (...) Nadie pudo destronarlo, ni siquiera desestabilizarlo, lo cual, durante tanto tiempo, es un logro . Fue un logro sangriento. Franco alcanz el poder con un golpe de Estado contra una democracia eso era la Segunda Rep blica espa ola . Lo consolid con m s de cien mil asesinatos. Lo mantuvo por m s de tres d cadas mediante la tortura y la represi n. Que el anterior jefe del Estado elogie de este modo a un dictador dice mucho y nada bueno sobre este pa s. Que estemos en 2025 y solo ahora un Gobierno se haya atrevido a honrar la memoria de sus v ctimas o a plantear la ilegalizaci n de la Fundaci n Francisco Franco revela una de las mayores debilidades de nuestra democracia: la amnesia. Juan Carlos de Borb n, sobre los 100 millones de d lares que le regalaron los saud es: Fue un acto de generosidad de una monarqu a hacia otra. (...) Un regalo que no supe rechazar. Un grave error . Queda la duda de cu l fue exactamente el error: aceptar 100 millones de una dictadura eso es Arabia Saud , no solo una monarqu a o que esta vez le pillaran. Porque ni siquiera ha sido el primer regalo que ha recibido de los saud es a lo largo de su vida. En 1975, poco despu s de su coronaci n, el rey saud Jaled bin Abdelaziz regal a Juan Carlos de Borb n 10 millones de d lares. En 1989, los saud es le regalaron 36 millones de d lares m s. Y en 2008 llegaron estos cien millones de d lares que ahora califica de error . Juan Carlos de Borb n: [Los 100 millones de los saud es fueron] para garantizar mi retiro (...) Soy el nico espa ol que no cobra pensi n despu s de casi cuarenta a os de servicio . La cobr hasta hace cinco a os, cuando apareci su cuenta en Suiza y su hijo se la retir . No era una pensi n peque a: casi 200.000 euros anuales. Su principal fuente de ingresos nunca fue el pago que recib a del presupuesto de la Casa Real. En su poca como jefe del Estado, cobraba 300.000 euros al a o. Una propina, al lado de lo que escond a en para sos fiscales. La pensi n m xima en Espa a es de 45.000 euros brutos anuales. Para alcanzar los 100 millones de d lares del ltimo pago de los saud es, un pensionista tendr a que vivir m s de dos mil a os desde su jubilaci n. Por no hablar de lo an malo que resulta que un jefe de Estado cobre su mayor sueldo de otro pa s. Qu clase de patriota puede defender algo as ? Juan Carlos de Borb n: Para ayudar a mi hijo, busqu un lugar donde los periodistas de mi pa s no pudieran encontrarme f cilmente . Casualmente, Emiratos A rabes es un pa s donde sus amigos del Golfo le pagan una villa de lujo. Tambi n un lugar opaco para la Hacienda espa ola. El suyo es un exilio peculiar. En los ltimos a os, Juan Carlos de Borb n ha pasado varias temporadas en Espa a. Aun as , no regresa del todo: si durmiera en este pa s que tanto dice amar durante m s de 183 d as al a o, tambi n tendr a que tributar aqu . Es dif cil de entender qu entiende Juan Carlos de Borb n por ayudar a su hijo . Cada vez que habla y con sus memorias se ha callado poco tiembla la monarqu a espa ola. La reputaci n de Juan Carlos de Borb n no la destruyeron sus enemigos, sino sus propios actos. La destruy su impunidad. Vivi rodeado de aduladores, protegido por el secreto, sin nadie que le dijera que no. Fue un poder sin apenas l mites que recibi como un ni o malcriado: sin frustraci n, sin culpa y sin conciencia de sus actos. Hoy, a sus 87 a os, Juan Carlos de Borb n todav a no ha entendido la diferencia entre lo que est bien y lo que no. P. D. Muchos socios y socias me hab is escrito estos d as, preocupados por la demanda que me ha puesto el juez Peinado. Os agradezco tanto cari o. Mientras contemos con el apoyo de personas como t , nunca nos vamos a rendir.


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