Thursday 16 October 2025
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eldiario - 16 hours ago

Toni Aira, experto en comunicación política: El ‘ánimo, Alberto’ de Sánchez a Feijóo es demoledor

De Milei a Trump, pasando por Sánchez o Ayuso, el ensayo Mitólogos, el arte de seducir a las masas , enlaza referentes de la Grecia Clásica con las estrategias que usan algunos de los políticos actuales Crónica - Sánchez emprende con el “ánimo, Alberto” y el choque con Ayuso por sus guerras culturales una ofensiva para minar el liderazgo de Feijóo Toni Aira (Barcelona, 1977) es Doctor en Comunicaci n Social y Pol tica y un apasionado de una disciplina que tiene muchos fans pero tambi n detractores. Profesor en la Universitat Pompeu Fabra y analista habitual en distintos medios, acaba de publicar Mit logos, el arte de seducir a las masas (Debate), un ensayo en el que recurre a la Grecia Cl sica para describir las f rmulas de seducci n (o directamente de persuasi n) que utilizan algunos de los l deres pol ticos actuales m s conocidos. En la portada aparece la gorra m s famosa del momento, la roja con el lema MAGA ( Make America Great Again ) porque es un icono de la comunicaci n pol tica que trascender a Trump. Aira alerta de c mo cada vez estamos premiando comportamientos que confunden la autenticidad con la ignorancia, y no solo a la hora de votar. Describe una pol tica cada vez m s abonada al impacto emocional y subraya algo que a veces olvidamos y es que el objetivo de todo gobernante es durar. Lo que pasa es que el poder por el poder lleva a situaciones poco edificantes para cualquier democracia. S , sobre todo porque puede dar la sensaci n de que todo vale para primero llegar y luego durar. Se est priorizando cada vez m s el llegar, porque durar, cada vez todo dura menos en nuestras vidas. Al final estamos viendo una serie de l deres que triunfan, que pueden ser grandes candidatos, pero no necesariamente por ello unos buenos gobernantes. Cada vez sucede m s y es algo que les describe a ellos y tambi n a nosotros como sociedad. Esto es lo que me interesa cuando estudio el mundo de la comunicaci n pol tica. Al final ellos comunican porque triunfan unos c digos, porque consumimos, algo nos engancha y algo no. Eso ha cambiado mucho con el paso de los tiempos, pero mantiene un fondo y es que son historias que tienen algo que nos engancha. Desde la antig edad, con los mitos griegos que eran un culebr n total, hasta hoy en d a, con unos l deres que podr an protagonizar perfectamente varias pel culas y alg n culebr n incluso. Leyendo el libro me he acordado del t pico de que todo estaba ya en la Grecia Cl sica. Es que es verdad porque la tecnolog a nos ha cambiado en forma, pero el fondo est ah . En realidad, nos enga an como siempre, aunque ahora nos creamos m s listos que nunca. El poder ha sabido qu teclas tocar para seducirnos, para convencernos, para atraernos al servicio de buenas causas o al servicio de las malas. Eso ha existido siempre. Han funcionado unos estereotipos, unos patrones de comportamiento. El problema, si podemos decirlo as , es que ahora se ha perfeccionado la capacidad de tocarnos la tecla sin que seamos conscientes de ello de una manera b rbara. Qu tecla? La de activarnos, de saber qu nos interpela, qu nos saca de nuestra distracci n general. Vivimos en el mundo de la procrastinaci n constante, de dejar lo relevante para m s adelante, para distraernos con esa dopamina que nos generan las pantallas y el scroll infinito. Se aprovechan de eso y de nuestra huella digital, porque hoy en d a les damos las pistas que antes no ten an para saber exactamente en qu momento nos encontramos, qu nos gusta y qu no. En realidad nos engañan como siempre, aunque ahora nos creamos más listos que nunca Vamos a nombres y ejemplos concretos. Qui n es Jesse Chac n? Es esa figura que podr amos definir como un arquitecto del chavismo. Nos hemos quedado ahora con el ch ndal de Maduro, pero antes de Maduro, el ch ndal fue de Hugo Ch vez. Y Hugo Ch vez, a trav s de Jesse Chac n y otros, ten an de referencia a Fidel Castro, que en su etapa ya final no iba de ese verde militar de toda la vida, sino con un ch ndal con los colores de la selecci n de Cuba. Con el tiempo, se ha variado porque el ch ndal de Castro ten a marca comercial y eso romp a un poco el relato anticapitalista. Los bolivarianos lo han perfeccionado y ya tiene su marca propia y su historia. Jesse Chac n es el personaje que dominaba y entend a la importancia de la comunicaci n a todos los niveles, desde el control de los medios de comunicaci n p blicos para difundir el mensaje, hasta encontrar elementos que conceptualicen una ideolog a o la identificaci n del l der con el pueblo. Eso es lo que buscaba con la idea del ch ndal. Otro nombre que aparece en es el de Santiago Caputo. Milei lo describi la noche de su victoria electoral como el gran responsable de todo esto . Es la t pica figura a la que cl sicamente se ha vinculado una idea negativa de los asesores de comunicaci n y estrategia. Es la del gur , del Rasput n, del Maquiavelo, la de ese asesor que es el pr ncipe de las tinieblas. Por qu ? Porque opera entre las bambalinas. Adem s, l ha jugado a incentivar bastante eso. Solo ha tenido un momento de notoriedad p blica. Fue hace unos meses, cuando a Milei le hicieron una entrevista muy pol mica por el fraude de las criptomonedas y l interrumpi la conversaci n y le habl al o do. Ese era Caputo, alguien que nunca habla en p blico. Es una de las personas que fue clave en la campa a de la motosierra. Compara la motosierra de Milei con la cabeza de Medusa de Perseo. Ah es nada. Luego tambi n hago la comparativa de que, cuando gan Milei, dej a medio mundo de piedra, que es un poco lo que hac a tambi n Medusa. Tiene que haber alguien que piense en estas cosas. Y no siempre, o la mayor parte del tiempo, son los l deres los que tienen estas ideas geniales. Comentaba antes que hay gente que considera a este tipo de asesores como maquiav licos, pero, no tienen todos algo de Rasput n? O a lo mejor es que est n muy mitificados. S , hay una mitificaci n de lo que no se ve. La leyenda siempre crece m s alrededor de lo que no se ve o de lo que no es obvio. A los pol ticos los vemos hasta en la sopa. Y no es que te hagas teor as sobre ellos, sino que b sicamente te haces un retrato. En cambio, los asesores act an en la sombra. Hay varias met foras en pol tica. Fontaneros, por tanto, en la sala de m quinas. O cocineros, por tanto, en la cocina. Siempre detr s, en la trastienda. Yo empec a analizar campa as electorales en El Peri dico a principios de los 2000. Y entoces no pasaba lo que luego sucedi y es que en cada contienda electoral los diarios pon an la foto del comit de campa a, de los asesores. Entonces las campa as las pilotaban los secretarios de organizaci n y se hac an con la gente del partido. Es as . En cambio, con el paso del tiempo, la comunicaci n ha ido ganando mucho peso en nuestras vidas, por tanto, tambi n en la pol tica. De ah que los manufactureros de ese relato comunicativo tambi n hayan ganado peso. Eso hace que crezca la leyenda y que algunos incentiven la leyenda negra. Que operen en las sombras no quiere decir que sean necesariamente siniestros, lo que pasa es que en algunos s se da esa coincidencia. Aira explica que las imágenes icónicas que se usan en política no son fruto del azar. Meloni es la pol tica que ha reinventado mejor el nacionalpopulismo de siempre, incluso a la hora de vestir, mezclando las camisas negras del fascismo con los trajes chaqueta de Armani? Claro, ha dulcificado la idea del neofascismo. Lo ha hecho incluso como una idea de estatus, pero sin reivindicarlo abiertamente. Ella ha cambiado mucho. Hab a un cartel muy ic nico del fundador de Hermanos de Italia, Giorgio Almirante, mirando a c mara, y Meloni colg otro con la idea de de Giorgio a Giorgia en el que ella imitaba su pose. Siempre hab a explicado que los neofascistas hab an sido su familia y lo relataba lig ndolo a su historia, la hija de una familia humilde, muy humilde, desestructurada, con un padre que abandona a la madre. Dice que su familia fueron los fascistas. Su hermana Arianna junto a Fazzolari, que es un personaje que tambi n responde a esta figura del estratega en la sombra, son m s que sus asesores, son su famiglia en el sentido m s profundo. En el libro solo aparecen dos pol ticos espa oles, S nchez y Ayuso. Por qu solo ellos dos? Ser a una buena preguntar por qu no sale Feij o, pero es algo que deber a preguntarse l. Qu es lo que le est pasando a Feij o, un personaje que queda opacado constantemente? Y ya no solo por Ayuso, aunque principalmente por Ayuso, sino incluso hace unos d as, el 12 de octubre, de quien se acab hablando fue de Abascal, alguien que no asisti al desfile. El problema que tiene Feijo es que como l der del PP no encuentra su espacio. No tiene un relato coherente especialmente atractivo. Lleg para hacer pol tica para adultos, diciendo que l no ven a a insultar, y ha acabado hablando de prostituci n, usando los t rminos del PP m s duro. Creo que Feij o est inc modo con el personaje pol tico que le ha tocado interpretar. En cambio, Ayuso y S nchez, no. Ambos antagonizan mucho, pero sinti ndose muy c modos en los respectivos papeles. Proyectan, adem s, algo que [Gilles] Lipovetsky explicaba en La consagraci n de la autenticidad, y es que los dos trasladan esa idea a sus p blicos. Es decir, lo que defienden, lo creen. Y eso a Feij o le falla. De hecho no existe el feijo smo pero s el ayusismo y el sanchismo. C mo debemos interpretarlo? Si tienes un ismo , tienes un tesoro, porque al final el ismo te habla de un sentimiento. Es una identificaci n de mucha gente tras un l der. Es lo que pasa hoy en la sociedad hiperemocional en la que vivimos. Muy a menudo tengo la sensaci n que hemos sustituido el pensar por el mirar y por el sentir. Si t no conectas m nimamente con la gente, no tienes muchas opciones de xito en pol tica. Otra cosa es que somos seres muy pendulares, y ahora estamos en una etapa hiperemocional. Es de lo que se aprovechan los que m s saben. Por ejemplo, dif cilmente puede haber un personaje m s explosivo que Donald Trump. En alg n momento se superar esta etapa y, por la ley del p ndulo, se apostar por liderazgos m s aburridos, m s administrativos, m s fr os. El problema de Feij o es que no es ni una cosa ni la otra. Cuando asume el papel de bronca no te lo crees. Pedro S nchez, sin adoptar el papel de O scar Puente con el PP, cuando lo hace escoge un estilo propio. El nimo, Alberto de S nchez a Feij o fue demoledor. Porque es S nchez en estado puro, polarizante, como le gusta a l, agresivo cuando lo ve necesario, pero a la vez sin perder su tono. Sánchez y Ayuso proyectan autenticidad a sus públicos Citaba a Trump y ahora, si hay un s mbolo que explica una estrategia exitosa, es la gorra roja con el MAGA. Entiendo que por eso la eligi para la portada del libro. Mi anterior libro, La pol tica de las emociones (Arpa), ten a a un baby Trump en la portada, que es ese globo gigante que llevan los manifestantes anti-Trump. Ahora vuelven a llevarlo. Ese baby Trump es la met fora del ni o emperador, la figura que estudia la psicolog a a prop sito de ese ni o que tiene esclavizados a los padres, que si no le dan lo que quiere llora y te monta un pollo. Los manifestantes anti-Trump pusieron a Trump con pa ales y un m vil en la mano con Twitter hace unos a os, porque era cuando l estaba ah dando ca a. Ahora con la gorra MAGA, te guste o no la ideolog a que hay ah detr s, no puedes obviar que es ya un referente ic nico. Adem s, no es la simbolog a de un partido ni de un l der en concreto. S , es de Trump, pero no juega con el dibujo de Trump sino con una frase, con un concepto. Esta gorra sublima esa idea de la conceptualizaci n pol tica hoy en d a. C mo concentras en un objeto atractivo una idea pol tica. Una gorra de camionero en la cabeza de un se or multimillonario podr a ser una gran contradicci n, pero l consigue aunar estos dos mundos, el aspiracional de la Am rica profunda a la que le promete volver a recuperar una gloria que ni vivieron, seguramente, o nunca existi exactamente, y a la vez una gorra de estatus, de triunfo o de antisistema. Retrata la pol tica de Trump. Los fans de El ala oeste de la Casa Blanca recordamos esa frase de Dejad que Bartlet sea Bartlet . Explica c mo el equipo de campa a de los republicanos la hizo suya para promocionar a Trump. Es la manera de conseguir que un multimillonario aparezca como alguien del pueblo para mucha gente. En muchos momentos puede tener comportamientos que no ser an los estereotipados del multimillonario desenganchado de la realidad del pueblo. Ni del pol tico estadista. Exacto. En nuestra sociedad se est premiando lo que es m s antipol tico. Muchos nacionalpopulistas lo aprovechan para decir desplazad a los pol ticos de siempre, ponedme a m , que yo no soy uno de ellos . Por ejemplo, Milei te habla de la casta, como tambi n lo hac a Pablo Iglesias. La casta eran los pol ticos de toda la vida, y ellos se presentaron como el ant doto contra eso. Podemos incluso afirm que esto no va de derechas o de izquierdas, sino de arriba y abajo. Y lo de arriba es la casta. Ada Colau, al principio, cuando empez , no se hac a fotos con el resto de candidatos o cuando ten a que hacer esas fotos de familia manifestaba su distancia con el resto. A menudo ni salud ndose ni d ndose dos besos, como diciendo, ellos y nosotros, la gente normal. Trump tambi n es eso. Es decir, al final Washington era el concepto del mal para l. Porque Washington representa a los pol ticos profesionales. El Washington de los despachos. La casta, los despachos, el poder. Y l era otra cosa. La cuesti n es que todos los pol ticos que juegan a esto, en realidad lo hacen precisamente para instalarse ah . En algunos casos, con una ideolog a y con un ideario que no va a ser destructivo y corrosivo para esa democracia, pero en otros casos s . La escenograf a de la cumbre de este martes en Egipto y los comentarios que Trump dedic al resto de mandatarios dar a para un cap tulo. Mira, me record una frase que pronunci un directivo de la CBS, Leslie Moonves, tras la primera victoria de Donald Trump, ahora ya hace 8 a os, cuando se pregunt : Qui n nos iba a decir que este circo llegar a a esta ciudad? Y a adi : No s si ser bueno para Am rica, pero estoy seguro de que ser buen simo para esta televisi n . La frase, que es s per c nica, te est diciendo que nos viene encima un circo que igual nos arrasa el pa s, pero que va a dar mucho juego. Retrata nuestros tiempos. En Espa a se ha vivido una cosa similar con el fen meno de Bel n Esteban. Es una persona que gan un concurso de convivencia sin saber convivir y un concurso de baile sin saber bailar. Pero como da juego y adem s se la identifica con autenticidad, la gente lo premia. Seguramente estamos cada vez m s premiando comportamientos que confunden la autenticidad con la ignorancia. Pero tenemos que asumir que eso es lo que est dando muchas audiencias y votantes. Despu s, nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos las consecuencias. Muchos debates televisivos y muchas tertulias pol ticas de aqu tambi n se han convertido en ese circo que citaba el directivo de la CBS. S , ese es el problema. Es la platocracia y tambi n el efecto espejo que se busca generar en los medios de comunicaci n y en espacios que triunfan un clima social que te lleve a votar de una manera determinada. Una de las intenciones del libro es intentar mostrar c mo eso triunfa. Estar a bien que la ciudadan a tuviese una mirada un poco m s educada a prop sito de c mo nos enga an y de c mo no tienes que comprar lo primero que te impacte v a emociones o que te enganche o divierta. Lo que m s te entretenga no necesariamente te va a gobernar mejor.


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