abc - 7 days ago

Con el paso de los días, se siguen conociendo más detalles sobre los hechos que precedieron la muerte de la educadora social Belén Cortés , presuntamente asesinada el pasado domingo en un piso tutelado de Badajoz. Las 72 horas previas al trágico suceso podrían ser claves para entender lo que ocurrió. El viernes, dos de los tres menores presuntamente involucrados en el homicidio, son hallados en Villafranca de los Barros, después de llevar días fugados. Aparecen, de hecho, en el municipio del que es originario el mayor de los dos –J.J.G.de 15 años-. La familia del otro chico –D.G.P.-, el menor de 14 años, asegura a ABC que es la madre del otro adolescente la que les da cobijo y les facilita la compra y consumo de drogas: « Les da dinero para comprar droga (heroína y cocaína) y llega a consumirlas junto a ellos», asegura Fernando Cumbres, portavoz de la familia. Si bien descartan que esta mujer les ayudase en la fuga, subrayan que ella «sabía que su hijo no debería estar ahí» y «no lo puso en conocimiento de las autoridades». Cumbres asegura que este relato es el que el propio D.G.P. cuenta a la Guardia Civil y a la fallecida Belén Cortés. Es en ese momento cuando su familia decide denunciar tanto a J.J.G. como a su progenitora con el objetivo de que «separasen» a ambos menores. La propia Belén es la que insta a la familia a poner esa denuncia, que se registra en la mañana del sábado en Villanueva de la Serena. Pese a la desagradable situación, los menores vuelven al chalé tutelado de Badajoz. Y lo hacen juntos. El padre de D.G.P., entonces, teme represalias contra su hijo por haber contado a la Guardia Civil lo que había ocurrido con el otro adolescente y su madre. Es por ello que, además de la denuncia, remite un correo electrónico a la empresa gestora del chalé tutelado para pedir medidas de seguridad e instar a que ambos sean separados. De hecho, en la tarde del domingo, momentos antes de ser presuntamente asesinada, Belén Cortés intercambia mensajes con el padre de D.G.P. y hablan, precisamente, de la necesidad de separar a ambos menores. Las gestiones, asegura el portavoz de la familia, «iban a comenzar el lunes». La propia Belén, dice, era «completamente consciente» de que se temía por la integridad del menor. Sin embargo, los mensajes cesaron en un momento de la noche, en el que entienden, empezó a ser atacada. El portavoz de la familia, que vuelve a recalcar el compromiso y la colaboración con las autoridades, admite que el menor de 15 años –J.J.G.- tenía cierta actitud de liderazgo sobre el de 14: «Es más maduro, más contundente en el trato, D.G.P. es un preadolescente, pero con una mentalidad todavía infantil». Entienden, además, que eran dos perfiles muy diferentes. D.G.P. tenía sobre sí medidas de convivencia en grupo educativo, después de haber agredido a su padre, pero «no era un delincuente». No obstante, la familia insiste en que, si es culpable, deberá pagar por ello. El menor, D.G.P., llevaba cuatro años sin convivir con su padre, después de un «divorcio belicoso y beligerante». Y tenía con él, dice el portavoz de la familia, una «relación visceral e incluso ciclotímica». Es una de las grandes preguntas que se están haciendo estos días. ¿Por qué volvieron al chalé tutelado? Si había riesgos, si se había presentado una denuncia, ¿por qué se decidió que volviesen? El portavoz de la familia paterna de D.G.P. se pregunta dónde está el fallo: «O la Guardia Civil no avisó a la Fiscalía de Menores o la Fiscalía de Menores no se dio por avisada, o es que se entendió que no tenía relevancia». Cumbres asegura que «no se acuerda ninguna medida» y dice no imputarles ninguna culpa «ni a la Junta ni a la empresa». Entre tanto, la familia de Belén Cortés ya se ha personado como acusación particular por un delito de asesinato, como ha anunciado su abogado Raúl Montaño. Por su parte, ninguno de los tres menores, tal y como ha podido confirmar ABC, han reconocido el homicidio. Es más, el abogado de la menor de 17 años ha anunciado que recurrirá el internamiento en régimen cerrado de su defendida, porque asegura que no ha tenido «nada que ver» con la muerte de Belén y hay, dice, pruebas testificales que lo podrían demostrar. Los menores que están siendo defendidos por dos abogados de Mérida y uno de Olivenza. El decano del Colegio de Abogados de Badajoz asegura que fue por evitar que se produjesen sucesivas renuncias al haber una alta probabilidad de que existiesen intereses de parte o se conociese a personas vinculadas. De hecho, la pareja sentimental de Belén Cortés es un reconocido procurador de Badajoz, muy querido por sus compañeros.

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