abc - 2 month ago

El 17 de marzo de 2022 un vehículo impactó contra el coche en el que Jéssica Méndez realizaba un stop, y la dejó en coma. Murió pocas horas después. A los mandos del turismo que sentenció a esta joven de Caldas de Reis de 29 años iba un vecino, José Eirín, de 41 años, que llevaba media vida acosándola . El fiscal del caso que en los próximos meses llegará a juicio pide ahora para él 24 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía en el que además incluye la agravante de género . Porque, según afirma el escrito de acusación al que tuvo acceso ABC, «la forma violenta de proceder del investigado se debió a la circunstancia de que durante varios años nunca obtuvo una respuesta de la fallecida a las presiones sentimentales o afectivas que él albergaba». Para el Ministerio Público no hay duda de que esa mañana, en torno a las 9.25 horas, Eirín —vecino de Jéssica y de su familia desde que eran niños— «reconoció el vehículo de la víctima, en el interior del cual había visto que se introducía unos instantes antes» y la siguió. Pocos kilómetros más adelante, aprovechó que la joven se detuvo en un stop y « a una velocidad aproximada de 80 kilómetros por hora impactó con su vehículo contra el lateral izquierdo del vehículo de Jessica en su parte central, coincidiendo con la zona en la que se halla la conductora». El fiscal considera que el acusado pisó el acelerador a fondo conociendo las consecuencias de sus actos. «Lo hizo a sabiendas de que dos vehículos a motor a esa velocidad en la zona del conductor puede ocasionar la muerte». Y añade: «El investigado aseguró así la ejecución de su propósito de matar a la joven sin darle ninguna posibilidad de reacción o de defensa». Nada más producirse el choque, la joven fue trasladada al hospital de Vigo, donde falleció a causa de unas heridas que el fiscal describe de manera sucinta. «Traumatismo craneoencefálico, un hematoma subdural y un edema cerebral» . La detención de Eirín fue inminente, se produjo a las pocas del siniestro después de que los agentes confirmasen que no había marcas de frenada en el lugar del accidente y que la víctima llevaba años siendo acosada y hostigada por el conductor que se estrelló contra ella. Ya en el mismo punto donde este vecino sentenció a Jéssica, el novio de la muchacha lo señaló y sacó a la luz parte del martirio al que la pontevedresa estaba siendo sometida desde hacía años. Ella, comparten desde su entorno, nunca llegó a pensar que él pudiese atentar contra su vida de este modo , pero sí lo denunció por pincharle las ruedas del coche. Su familia también colocó cámaras alrededor de la vivienda ante la inseguridad que los movimientos de Eirín en torno a Jéssica les generaban, sobre todo desde que la muchacha se había ido a vivir con su pareja, con la que planeaba casarse y formar una familia. Noticias Relacionadas estandar No TRIBUNALES Dos policías nacionales de Fuerteventura, condenados a indemnizar con 90.000 euros a una compañera por acoso laboral Laura Bautista estandar No La mitad de las jóvenes creen que pueden llegar a sufrir violencia sexual ABC « Él la vigilaba mucho, de siempre, para ella ya era algo normal. Pero desde que empezó con su novio Isma hacía cosas más raras. No soportaba verla con él » afirmaron los amigos de la fallecida a este diario pocos días después de la tragedia. Su testimonio, sumado al de los propios familiares y a la localización de los teléfonos móviles de Jéssica y Eirín aquella mañana fue encajando las piezas de un rompecabezas que, en opinión de la Fiscalía, revela un caso claro de agravante de género pese a que los implicados nunca llegaron a mantener una relación sentimental. «A veces la espiaba a través del muro, pero ese día estaba medio loco y cuando ella salió con el coche él se fue disparado detrás de ella» indican en declaraciones a este medio. Una de las vecinas llegó a mandarle un mensaje a Jéssica avisando de que iba detrás pero la joven, que llevaba tres años de noviazgo y trabajaba desde hacía poco en una tienda de ropa, ya nunca lo llegó a leer. Con estos ingredientes sobre la mesa, la acusación por parte del Ministerio Público entiende que además del asesinato con alevosía ha de imputársele a Eirín una circunstancia agravante genérica por cometer el hecho punible por razones de género, lo que eleva la petición final a 24 años de prisión . «Esta postura de indiferencia o de invisibilidad del investigado hacia la fallecida no era una conducta esperable del género femenino para la mentalidad del investigado, quien actuó así sobre la fallecida por la indignación o el odio que le generó su silencio o su desprecio ante él durante un período de tiempo tan prolongado». Además de más de dos décadas entre rejas, el fiscal plantea indemnizaciones a la familia de la joven, en materia de responsabilidad civil, que rondan los 400.000 euros . Por su parte, el letrado de la defensa argumenta que el acusado no orquestó en su cabeza el choque contra el vehículo de Jéssica y que todo se limita a un fatal accidente. El juicio, aún sin fecha, se celebrará en los próximos meses para evitar que expire el plazo de dos años de prisión preventiva que por ahora mantiene al acusado encarcelado.

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