Tuesday 18 November 2025
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abc - 14 days ago

Una cuenta pendiente por un robo de droga, principal hipótesis del secuestro del Niño Juan

Juan María G. P., el delincuente conocido como Niño Juan, español de 38 años, sigue mudo. Al menos, de cara a la Policía Nacional , que no cesa en sus pesquisas para esclarecer el secuestro que sufrió la noche del pasado 31 de octubre en plena calle de Carabanchel. «Está acojonado», dicen las fuentes consultadas por ABC, que insisten en que tampoco su familia ni el resto de su entorno de confianza quieren aportar información sobre lo sucedido. Extraña, incluso, que saliera con vida de lo sucedido, aunque sí resultó herido de bala en una pierna, como advertencia última de lo que vendrá después. La hipótesis principal que se maneja es que el butronero, explican estos informantes, se quedara con una partida de droga y hayan querido ajustarle las cuentas. Se desconoce si dio a la mafia que se lo llevó datos al respecto del supuesto vuelco (como se conoce en el argot el robo de sustancias a otros traficantes), es decir, si cantó lo que le exigían; o convenció a sus captores. Otra posibilidad es que finalmente no lo ejecutaran por verse con el aliento policial encima. El mensaje al Niño Juan y a sus compinches en el asunto, desde luego, ha llegado como ellos querían. Juan María G. P. salió de una prisión francesa, tras planear el asalto al palacio de Fontainebleau, cerca de París, en febrero de 2022. Desde entonces, sospechan que pudiera estar metido en el mundo del narco y que en estos tres años, como ocurrió en su etapa de ladrón, se granjeara numerosos enemigos: «Le ha hecho muchas perrerías a otra gente». El Grupo XII de Policía Judicial de Madrid, experto en atracos y extorsiones, está al frente de las pesquisas, por mucho que la víctima no haya querido poner denuncia. En medios policiales insisten en que «hay mucha droga rondando y se la roban los unos a los otros». Uno de esos cargamentos sería en los que habría estado metido Juan María, más allá del negocio de hostelería que ha montado en el sur de Madrid. Sobre el lugar donde estuvo secuestrado, el límite de nuestra región con la zona norte de la provincia de Toledo, como la Sagra, es el punto más probable. Lo soltaron horas después y tras recibir una paliza. En la carretera AP-41, autopista de peaje que cruza toda esa zona, se halló uno de los tres coches utilizados en el golpe. El Niño Juan iba solo, al volante de su Volkswagen Golf, sobre las ocho y media del viernes por la calle de Antonio López, 65, a la altura del conocido hotel Praga. Entonces, tres vehículos negros y robados, dos Audi (modelos Q5 y Q7) y un Maserati, le hicieron el bocadillo. Dos por delante y el tercero le cerró por detrás. Los coches llegaron a embestirle, pero Juan María se resistió como pudo. Es metro sesenta y ocho de maldad y puro nervio. Esa corta estatura y la temeridad y pericia que demostró al volante desde que era un crío le valieron el mote. Después, montó su propia banda, con gente sobre todo de su barrio de Usera que se lo rifaban para ponerlo al frente de los coches de estos grupos, dar acelerones y llevarse por delante a los policías que hicieran falta antes de escapar. Eso lo ha hecho en numerosas ocasiones, con un tremendo desprecio a la vida ajena. Famosas son sus persecuciones por la M-30 y la A-2 (autovía de Barcelona) y otra del pasado noviembre, en Vitoria, donde se zafó del arresto, no así su clan, en un golpe en el que resultaron lesionados diez ertzainas. La imagen, recogida por los teléfonos móviles de multitud de testigos, de una banda organizada de encapuchados llevándoselo a la fuerza de su coche a disparos retrotrae a la época negra de las décadas de 2000 y 2010, cuando delincuentes similares cayeron baleados en Madrid: Carlos Jarry, el Pimiento, el Niño Sáez... Aluniceros que pasaron de reventar joyerías y camiones con millones de euros en material de todo tipo, para luego emplearse (según las investigaciones policiales) en levantar decenas de kilos de droga. Hasta acabar muertos. Son más de dos décadas fuera de la ley, superando las 120 reseñas policiales solo en España. Porque en 2019 fue arrestado por las autoridades francesas cuando planeaba el asalto al Palacio de Fontainebleau, cerca de París. Es un museo donde se encuentra una valiosa colección de cerámica china que un mafioso asiático le encargó robar por 800.000 euros. Pero los policías lo frustraron antes de que ni siquiera lo inte a diferencia de lo que ocurre en España, donde los ladrones con fuerza entran y salen de los juzgados de manera pasmosa, allí tuvo que cumplir dos años de cárcel y luego llevar una tobillera telemática. Este hecho inspiró la serie de Netflix Hacia el cielo , a la que antecedió una película llamada igual de Daniel Calparsoro, con Luis Tosar, Álvaro Rico y Asia Ortego como protagonistas. Conocido entre los suyos por lo fanfarrón que es y por su endiablado carácter, ha alternado con otros butroneros de la estirpe familiar del Piojo, uno de los aristócratas del crimen de Orcasitas: su exnovia, la Tata, y su hermano, el T el hijo de ella e hijastro del Piojo, Mig e incluso el propio Nano, hermanastro del Niño Juan... No se les conoce, desde luego, más oficio que el de tomar el dinero y correr, sin mirar atrás ni medir las consecuencias. Un precio demasiado alto para el Niño Juan, cuya extensa carrera le ha granjeado infinidad de enemigos. Bien lo saben aquellos que le rodean: «Todo lo que toca acaba mal».


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