mundodeportivo - 15 days ago

Al Barça de los lesionados, que avanza a trancas y a barrancas por la Liga, la victoria ante el Elche le supo a gloria. Por lograrla sin Pedri, por conseguirla teniendo menos balón que el rival y por la forma como consiguió los goles. Los tres fueron al contraataque, con un fútbol tan vertical como matador. Pero, para Hansi Flick, que el primer tanto y el segundo fueran por sendas recuperaciones de balón, en campo contrario, tras una buena ejecución de la presión alta, es lo que más satisfizo al staff técnico azulgrana. A un mal despeje ilicitano, una anticipación certera de Balde que pone el turbo para darle el balón con ventaja a Lamine Yamal. El crack de Rocafonda hizo el resto, de magnífica ejecución. Solo tres minutos después, resbalón de Adrià Pedrosa y Fermín -¿quién si no?- está raudo al quite para robar el balón suelto, irse en velocidad endiablada hacia arriba y meter el centro, preciso y precioso, para que Ferran Torres marcase uno de los goles más fáciles de los 50 que ya ha metido con la camiseta del Barça. Tras unas semanas donde la presión alta había parecido desaparecer, los puntas de Flick “vuelven a morder el césped”, por decirlo en términos de Ferran, y roban balones que son decisivos. No en vano, el gol de Fermín en el Santiago Bernabéu, en la anterior jugada, ya vino por un robo de Pedri a Arda Güler cuando el Real Madrid andaba en zona de construcción. Ante el Elche, mejor dato todavía, el Barça logró robar hasta 14 balones en terreno rival. Son cifras propias del primer año de Hansi Flick en el FC Barcelona y que, en la actual campaña, no se veían ni por asomo. Sin duda, la baja de Raphinha se nota mucho también en este aspecto de la recuperación en zona peligrosa. Por suerte, al brasileño se le espera para después del próximo parón, es decir, solo estará de baja dos partidos más.

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