Monday 20 October 2025
Home      All news      Contact us      RSS      English
eldiario - 2 days ago

Caries y precariedades

Mis amigos solo hablan de dinero: de cómo ganarlo, conservarlo, manipularlo, y no los aguanto más. Estamos en edad de heredar cosas de los abuelos y yo, jajajá, sorpresa, no tengo nada que heredar más que la letanía de alopecia de un abuelo al que ni siquiera llegué a conocer En mi mundo todo es provi un hospital de campa a existencial. Estoy tratando de ponerle remedio y entremedias he descubierto que tengo una caries. No lo he descubierto yo, ha sido mi dentista, un tipo absolutamente gilipollas y maleducado que me ha cobrado cuarenta euros por eso y por una sesi n de tortura medieval llamada tartrectom a; que no deja de ser una simple limpieza bucal, pero llamada de esta forma se hace m s melodram tica. Supongo que en el fondo estoy escribiendo esto para recuperar el dinero y hacer de paso la compra para un par de semanas y comprar tabaco y todav a me quedar a algo suelto para dejar pagado el gimnasio y un par de cosas m s, pero tengo que ganar ese dinero pensando en que, en mi mundo, todo es provisional. Ahorro pensando en que ahorrar es no desperdiciar, en lugar de pensar que es privarse de casi todo, pero parece no ser suficiente porque llego justo a fin de mes todos los meses y al final me niego a claudicar y a privarme de nada. Mis amigos solo hablan de dinero: de c mo ganarlo, conservarlo, manipularlo, utilizarlo correctamente, administrarlo y de cu l es la mejor manera de disfrutarlo y no los aguanto m s. Estamos en edad de heredar cosas de los abuelos y yo, jajaj , sorpresa, no tengo nada que heredar m s que la letan a de alopecia de un abuelo al que ni siquiera llegu a conocer. Claro que s . Solo me queda rebozarme en mi esfuerzo con la simp tica hosquedad con que un perro menea el rabo. Por eso digo que estoy tratando de poner remedio a la provisionalidad con la que me desenvuelvo en la vida. En casi todo. Hace unas semanas me las vi y me las dese para subir una monta a -un mont culo, un setecientos, un rid culo de la orograf a, imagina qu verg enza- porque tengo los pulmones como un minero de la era victoriana y tambi n he decidido que no me apetece morir joven. Ni pobre ni viejo y tranquilo y guapo es la meta. As que cumplo como buen reci n estrenado treinta ero y me apunto al gimnasio en serio. En serio quiere decir que me apunto a otro gimnasio al que esta vez s voy a ir. Ya pagaba la cuota de otro al que iba de uvas a peras a hacer sparring con un b lgaro que se llama Metodi, que se llamar de esta b lgara manera porque me mete de hostias como si fuera un sagrario. Echo de menos a Metodi cuando pienso en Juan del Val y en el mill n de euros que acaba de ganar escribiendo oraciones unimembres y ontol gicamente huecas como movimiento circular hacia el mismo sitio (que si, como dec a Heidegger, el lenguaje es la casa del ser, lo de este t o es una chabola sem ntica con vistas al vertedero del pensamiento humano). Pienso en ello mientras pienso en que, desde hoy y hasta nuevo aviso, dejo de ser periodista en la Regi n de Murcia porque no me merece la pena seguir jug ndome el pellejo para no poder pagar mis facturas. Porque mientras mi foto circula en grupos de Telegram de nazis, hay an nimas pagando n minas y yo tengo que echarme a la espalda todas las ma anas la carpeta de una ONG en la que he empezado a trabajar, igual que hac a a los veinte a os, haciendo socios en la calle. Mientras espero un contrato que nunca llega y soy m s consciente de que cada vez que suena el despertador el tiempo deja de ser m o. Ahora hago ejercicio y tengo un trabajo m s o menos normal. Llevo bien la adaptaci n, porque pese a fumar como si ma ana fuera ilegal tengo una gen tica muy agradecida con el deporte, y m s all de mis torpezas y mis deslindes con las mancuernas y los ejercicios de tr ceps estoy empezando a notar el buen hacer de la dopamina y las endorfinas y todas esas drogas caseras que fabrica el organismo para incentivar que lo cuidemos. En el fondo -aunque no lo diga cuando me niego un pitillo ni cuando sudo sobre la cinta- s que todo esto va de otra cosa. Va de que entreno porque quiero llegar entero al de que cada respiraci n m s limpia, cada m sculo que vuelve a despertar, es una forma torpe y animal de decir que quiero qu que quiero estar bien solo por el placer de seguir aqu viendo c mo los d as pasan y a n me pertenecen un poco. Va de que solo quiero estar bien para que cuando me pregunte mi abuela c mo estoy no tener que mentirle y decirle que gano bien y que me tratan de que a veces hay que asumir que una de las mejores cosas que tiene la vida es poder fascinarte por la existencia de una persona y no me da la gana perderme eso por esta caries y todas estas precariedades.


Latest News
Hashtags:   

Caries

 | 

precariedades

 | 

Sources